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Si bien algunos municipios cuentan con ordenanzas para recuperar lotes en caducidad, esta medida no es suficiente. Los cementerios privados se convierten en la única salida y son cada vez más utilizados.
Un equipo de ABC Color realizó un recorrido por algunos campos santos, tan solo para tomar una muestra de la gran problemática que representa la falta de espacios en los cementerios.
La ciudad de Luque cuenta con cuatro cementerios municipales, de los cuales tres están totalmente saturados. Asunción tiene tres, todos también saturados. Ñemby, por su parte, tiene dos cementerios, que también cuentan con cartón lleno. Sin embargo, en estos municipios existen ordenanzas para liberar espacios, lo que no ocurre en Villa Elisa ni en San Lorenzo, donde los sepulcros no pueden ser reutilizados a pesar de la alta morosidad existente.
Asunción
Los cementerios que administrativamente dependen del municipio capitalino, son: Recoleta, Cementerio del Este y Cementerio del Sur.
El cementerio de la Recoleta es el más antiguo de los tres, construido en la época de Don Carlos Antonio López. Primeramente fue el convento de los Recoletos.
El segundo es el Cementerio del Sur, ubicado en Barrio Obrero, habilitado en la década del 20 y fue prácticamente un traslado de lo que anteriormente era el Cementerio del Mangrullo, que se encontraba en el parque Carlos Antonio López. Este es el más pequeño de los tres, con una dimensión de cinco hectáreas.
El Cementerio del Este, situado sobre las avenidas Santa Teresa y Madame Lynch, tiene 54 años y es el de mayor dimensión, con 20 hectáreas. A pesar de estar también saturado, en ese sitio aún se cuenta con lugar para inhumaciones gracias a la recuperación de lotes.
Esto consiste en trasladar los restos de los sepulcros con morosidad de más de cinco años, a una fosa común, luego de un trámite de previa comunicación a los familiares.
El porcentaje de morosidad en la capital es del 65 %, aproximadamente, según confirmó Gerardo Arévalo, director de Necrópolis de la Municipalidad de Asunción.
San Lorenzo
La ciudad universitaria cuenta con un sólo cementerio municipal, construido por los años 1800. Su nivel de saturación es realmente preocupante, según comentó la administradora, Olga González. La mujer sostiene que si bien desde hace unos cinco años ya no cuentan con espacios, ni tampoco con una ordenanza que posibilite la liberación de lugares, a pesar de la alta morosidad, se ven obligados a sepultar a indigentes y los llamados “NN” en los pasillos, en medio de los panteones.
Otro aspecto que no se puede dejar de resaltar es el abandono de los panteones en la “zona vieja” de este campo santo. “Nos preocupa e instamos a los familiares a que vengan a hacerse cargo de los vidrios rotos, la pintura, etc.; porque a nosotros sólo nos corresponde la limpieza, aspecto que tampoco es respetado por los visitantes”, explicó la señora Olga.
Luque
Son cuatro los camposantos dependientes de la comuna de Luque: Centro, construido en 1941; Bella Vista, en 1969; Yukyry, en 1964; y Tarumandy, en 2008. Tres de estos cementerios están saturados. Sólo el de Tarumandy cuenta con disponibilidad de lugares.
Anualmente se realizan unas 700 sepulturas y cuentan con la ordenanza 08/2007, para la liberación de espacios. El nivel de morosidad también es alto en este municipio.
Ñemby
En esta localidad son dos los cementerios: Campo de la Paz, del barrio Caaguazú, que cuenta con unos ocho mil lotes; y Eternidad, del barrio Vista Alegre, con cinco mil lotes.
Ambos están saturados y con alta morosidad. Incluso, este municipio cuenta con casos que ya fueron derivados al Juzgado de Faltas, ya que existe una ordenanza desde el año 2018, que emplaza a los morosos, propietarios de panteones, un lugar en el columbario o un lote, para que se pongan al día en el cumplimiento de las obligaciones contraídas.
Villa Elisa
Esta ciudad tiene un sólo cementerio cuyo predio está dividido por una calle, ya que años atrás fue adquirida la propiedad que se encontraba frente a lo que se conoce como “el viejo cementerio”.
Los responsables señalan que si bien hay saturación, aún cuentan con algunos espacios en el columbario municipal; unos 200 lugares, aproximadamente.
En estos momentos se encuentran en un proceso de recuperación de sepulcros con más de 20 años de morosidad, previa notificación a los familiares.
Ya no se cuenta con lotes disponibles para nuevos panteones y la morosidad, como en todos los casos anteriores, es muy alta.
Si bien los cementerios privados y los del interior del país siguen siendo una opción válida, hay que tener en cuenta el crecimiento poblacional de cada una de estas ciudades.
En lo que respecta a la capital del país y sus localidades vecinas, la falta de espacios en los cementerios constituye una situación desesperante para quienes son encargados o administradores, pero las autoridades municipales no se dan por enteradas.
Pareciera que, como los muertos ya no votan, ni tampoco pagan impuestos, no tienen importancia para la clase política.