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En Paraguay estuvo vinculado a varios negociados, y las instituciones lo permitieron actuar impunemente.
Marzo de 2016. Horacio Cartes recibió en Buenos Aires un premio otorgado por el Congreso Judío Mundial. En esa ocasión, el Presidente dijo que en un momento difícil de su vida (prófugo en Paraguay por evasión de divisas en los 80) fue acogido por una familia y que una “gran persona” lo ayudó y le enseñó cosas fundamentales. Mencionó el nombre de Mordko Messer, “mi segundo padre”.
Una vez que llegó al poder, Cartes se encargó de demostrar gratitud a su “hermano del alma”.
El pasado 3 de mayo, la justicia brasileña emitió una orden de captura internacional contra Darío Messer, al que considera pieza clave en el caso Lava Jato. Las autoridades de Paraguay tardaron 50 horas antes de realizar el primer allanamiento en busca de Messer.
El mayor lavador de Brasil
En 2005, la Policía Federal señaló a Darío Messer como el mayor lavado de dinero de Brasil y a su padre, Mordko, como el más antiguo. Aún así, pudo instalarse tranquilamente en Paraguay.
Desde 2011 creó al menos cuatro empresas en nuestro país: Chai SA, Matrix Realty SA, Mazal Group SA y Gramonte SA. En varias de esas empresas tenía como socio al primo del presidente de la República, Juan Pablo Jiménez Viveros, y a la madre de este, Juana de Jesús Viveros Cartes.
El último caso en el que se vio envuelto Messer fue el del Lava Jato, por el cual es requerido por la Justicia Brasileña.
De acuerdo a los investigadores brasileños, Messer montó un gigantesco esquema de lavado que movió US$ 1.652 millones.
Los documentos de la fiscalía del vecino país revelan que para mover la friolera suma, Messer utilizó alrededor de 3.000 empresas offshore distribuidas en 52 países, incluido Paraguay.
El dinero era luego utilizado para el pago de coimas. Las autoridades paraguayas recibieron las primeras alertas sobre los movimientos sospechosos de Messer ya en 2015. El Banco Nacional de Fomento (BNF) alertó a la Secretaría de Prevención de Lavado (Seprelad) sobre las transacciones del “hermano del alma” de Cartes. El informe fue cajoneado durante casi tres años.
En noviembre de 2016, la Unidad de Inteli-gencia Financiera del Consejo de Control de las Actividades Financieras (COAF) del Brasil advirtió a su par de Paraguay, la Seprelad, sobre los movimientos de Messer. La institución, a cargo de Óscar Boidanich, volvió a hacer la vista gorda.
Tanto la Policía que debe buscar a Messer como la Seprelad, que debía alertar sobre sus movimientos, dependen directamente de Horacio Cartes, amigo de Messer.