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En 2013, Cartes heredó un presupuesto de G. 58,1 billones (US$ 10.205 millones al cambio vigente), y al final de su mandato deja al nuevo gobierno culminar la ejecución de más de G. 73,5 billones (US$ 12.906 millones), lo que implica un incremento de G. 15,3 billones (US$ 2.700 millones) y representa 26,4% más (no incluye ampliaciones solicitadas).
Es el primer gobierno que aplicó un veto total al presupuesto, el correspondiente al 2017, con el argumento de no estar de acuerdo con los aumentos salariales incluidos y el recorte en la emisión de bonos decido por el Senado.
El veto hizo que se ejecutara de nuevo el Presupuesto 2016 en el ejercicio 2017, pero posteriormente los pedidos de ampliación y reprogramación presentados por el Ejecutivo evidenció que la objeción también fue una medida política por el enfrentamiento que en ese entonces mantenía con el Senado, en donde el hoy presidente electo, Mario Abdo Benítez, hacía oposición.
A pesar de un menor crecimiento del gasto y el veto del presupuesto, la administración pública mantiene altos los gastos rígidos (salario, deuda y jubilaciones, que deben pagarse sí o sí) y queda poco margen de fondos genuinos para desarrollar programas prioritarios en salud y educación, mientras que las obras de infraestructura quedan sujetas casi exclusivamente al endeudamiento vía bonos o préstamos.
Cada vez más funcionarios
Los servicios personales en el sector de la Administración Central y entes descentralizados, que reciben fondos del Tesoro, aumentaron de G. 11,6 billones (US$ 2.048 millones) en 2013 a más de G. 16 billones (US$ 2.815 millones presupuestados para el ejercicio 2018, (37,4% más).
Un informe a julio de Hacienda señala que la relación salarios-ingresos tributarios bajó a 66%, es decir de cada G. 100 recaudados G. 66 se destinan a sueldos, pero esta comparación subirá al final del año y los técnicos estiman que se situará cerca del 70%, inferior al 82% registrado en 2013.
Los cargos en la administración pública, por su parte, pasaron de 273.884 presupuestados en 2013 a 298.183 en el presente ejercicio, lo que representa 24.299 nuevos, ya sea de funcionarios administrativos, docentes, policías, militares, personal de salud y otros.
Deuda pública
La deuda pública total es una de la más pesadas cargas que deja el gobierno de Cartes: de US$ 4.174,2 millones en 2013 se disparó a US$ 7.761,3 millones a junio de este año, es decir, aumentó 85,9% en cinco años, que equivale a US$ 3.587,1 millones más (24,3% del PIB).
El acelerado ritmo de endeudamiento fue motivo de críticas y advertencias de analistas económicos. Se dio a través de bonos soberanos por unos US$ 2.910 millones colocados en el mercado internacional, gran parte para “bicicletear” la deuda vencida, aportar a organismos financieros internacionales y la diferencia para ejecutar obras de infraestructura.
* Es el primer gobierno que aplicó un veto total al presupuesto, el correspondiente al 2017, con el argumento de no estar de acuerdo con los aumentos salariales y el recorte en la emisión de bonos.
* El acelerado ritmo de endeudamiento impuesto, a pesar de las críticas y advertencias de analistas económicos, se dio a través de la emisión de bonos soberanos por unos US$ 2.910 millones.
* La creación de una nueva matriz salarial es blanco de críticas de analistas económicos, empresarios y legisladores porque terminó triplicando los sueldos y manteniendo bonificaciones.