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Era un día más en la vida de un ama de casa.
Hanne Tox, danesa, por entonces de 57 años, visitó el HSBC Private Bank de Suiza en 2005 para discutir sobre su cuenta.
Parecía algo complicado. Un empleado del banco escribió: “Dueña de cuenta vive en Dinamarca, i.e. es crítico ya que es un acto criminal tener una cuenta en el extranjero sin declarar... el problema podría ser resuelto por... alternativas tales como crear una compañía off-shore”.
Meses después, Tox visitó de nuevo a sus banqueros. Esta vez, Tox pasó la noche en Zúrich, en uno de los hoteles más lujosos e históricos del mundo. “Abierto en 1844 por Johannes Baur”, reza el sitio web del hotel, que fue “sede del estreno mundial del primer acto de 'Die Walküre' de Richard Wagner y el mismo sitio donde la baronesa Bertha von Suttner convenció al industrial sueco Alfred Nobel de la necesidad de un premio internacional de la paz”.
“Dueña de cuenta se hospedó en el “Baur au Lac” y lo disfrutó mucho”, indica su archivo bancario. Al día siguiente recibió un “retiro de 100.000 coronas danesas” (solo entregamos en efectivo, anotaron), suma que por entonces equivalía a unos US$ 16.000.
Los oficiales bancarios agregaron: “Y entonces, luego de su visita, la Sra. H.T. volvió a casa”.
La Sra. H.T., como el banco se refería a Tox, es identificada como una “asistente y ama de casa” en los datos del banco que identifican las profesiones de los clientes. Para Tox, cuyo esposo murió en 2003 según se registra, parece una descripción adecuada y bien comedida de cómo pasaba sus días.
Tox no respondió a una solicitud de comentarios por parte del ICIJ.
La descripción de su visita proviene de los archivos del HSBC Private Bank de Suiza obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y Le Monde. Los datos contienen nombres de dueños de cuentas, depósitos y demás información individual que demuestran que el banco en ocasiones estaba dispuesto a servir a clientes cuestionables, algunos de los cuales no eran amas de casa sino criminales convictos y traficantes de armas.
Cuando las cuentas citan una profesión (muchas no lo hacen), ama de casa aparece con una sorprendente frecuencia, más a menudo que profesiones tan lógicamente lucrativas como doctores, abogados o comerciantes de diamantes. Puede usarse para describir a una mujer casada adinerada, pero en algunos casos también se aplica a mujeres entre las que se incluyen pioneras industriales, arquitectas, periodistas, docentes, princesas y herederas.
El hecho de que el banco privado consideraba, o al menos describía, a estas mujeres como amas de casa podría explicar sus altos números entre las cuentas en las que se citan profesiones. Las amas de casa componían más de 7.300 de los clientes listados por profesión en los archivos del HSBC, superando a dos otras categorías que sugieren una falta de compensación paga: “Sin profesión” y “Estudiante” suman juntos menos de 4.000.
Mary Wells Lawrence. Foto: Getty Images.
Una de las mujeres denominadas “ama de casa” por HSBC es la pionera de la industria publicitaria Mary Wells Lawrence. Lawrence, actualmente de 86 años, fundó la firma publicitaria Wells Rich Green en 1966, cuando las mujeres ejecutivas eran tan pocas como lo son en “Mad Men”. Se volvió una de las mujeres mejor pagadas en el negocio, además de la primera en estar a la cabeza de una corporación listada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Entre las frases que ayudó a crear durante su carrera en la publicidad están “I love New York”, impulsando el uso del símbolo de corazón para la palabra “amo” en un logo estilizado; “Amigos no dejan que sus amigos manejen borrachos”, “Plop, plop, fizz, fizz” (Alka Seltzer) y “En Ford, la calidad es Número 1”.
Su matrimonio con el ejecutivo de aerolínea de Braniff y excliente de HSBC Harding Lawrence, quien murió en 2002, los puso a ambos en “una vida de pareja de poder empresarial chic que ha sido virtualmente incomparable desde entonces”, de acuerdo a The New York Times. Era un “matrimonio viajero” que dividía su tiempo entre EE.UU., una isla del Caribe y una suntuosa propiedad en la Riviera Francesa, donde hacían de anfitriones de fiestas a las que acudían luminarias que supuestamente incluían a la princesa Grace de Mónaco, Frank Sinatra y Andrew Lloyd Webber, de acuerdo a Forbes. No es el caso de la mayoría de las amas de casa.
Los archivos obtenidos por el ICIJ muestran que era la dueña beneficiaria de cuatro cuentas, dos de ellas aún abiertas en 2006. De esas dos, una estaba bajo el nombre de una compañía “offshore” de las Bahamas, Five Angels Investment Limited, y contenía un monto máximo de US$ 135,5 millones en 2006/2007. La otra cuenta, nombrada Sandia Corporation Limited, tenía hasta US$ 1,9 millones durante esos años.
La dirección de Lawrence figura en los archivos de HSBC como Las Terrazas, Mustique, un islote privado en la nación caribeña de San Vicente y las Granadinas. Los nombres de Lawrence y su difunto esposo son dos de solo tres hallados en los archivos de HSBC con una dirección en San Vicente y las Granadinas, un participante pequeño pero secretista en el mundo de los paraísos fiscales “offshore”.
Lawrence no respondió a las repetidas solicitudes de comentarios por parte del ICIJ.
Aunque muchas de las amas de casa en la lista no son tan exitosas profesionalmente como Lawrence, otras son extraordinarias en formas que normalmente no vienen a la mente cuando a alguien se la describe como tal.
Princesa Lolowah al-Faisal Al Saud. Foto: Wikipedia
Una princesa saudí y una de las activistas que más abogan por la educación de las mujeres en el Medio Oriente, Lolowah al-Faisal Al Saud, también aparece como “ama de casa”.
La princesa Lolowah, de 67 años, es una de los nueve hijos del ex rey saudí Faisal bin Abdulaziz Al Saud con su cuarta esposa. Fue educada en Lausanne, Suiza, y creció en el lujoso palacio Shubra en Ta'if, la antigua residencia de verano de los reyes saudíes en medio de una región rica en miel e higueras. Es sobrina del nuevo rey Salman y hermana del actual ministro del Exterior de Arabia Saudí y del exembajador del país ante el Reino Unido y EE.UU.
La princesa Lolowah es la vicedirectora de la junta de fideicomisarios de la Universidad Effat, la primera universidad privada sin fines de lucro para mujeres en Arabia Saudí. Actualmente divorciada, viaja por el mundo hablando sobre asuntos de la mujer y asiste regularmente al Foro Económico Mundial, donde en 2007 declaró su apoyo al derecho de las mujeres de Arabia Saudí a conducir. En 2012 dijo ante una audiencia en la universidad que “el camino aún es largo” para las mujeres en Arabia Saudí.
Tras los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001 en los Estados Unidos, la princesa Lolowah lideró una “ofensiva del encanto” saudí, de acuerdo a una rara entrevista con el diario Telegraph del Reino Unido.
De acuerdo a los archivos filtrados, ella era –junto con otros miembros de la familia real saudí– la dueña beneficiaria de una cuenta que estaba bajo el nombre de Pearl Enterprises Limited y que tenía una dirección en las Islas Caimán. La cuenta tenía hasta US$ 1,75 millones en 2006/2007. Una serie de gerentes de cuentas de HSBC tenían “derecho de inspección” para la cuenta, incluyendo a uno que se describía a sí mismo en su perfil de LinkedIn como “responsable de gerenciar y administrar una cartera de valores de fondos privados y compañías de valor ultra alto para una variedad de clientes internacionales del banco”.
Los archivos no especifican el rol de la princesa Lolowah en relación a las otras dos cuentas abiertas con el HSBC Private Bank (Suiza) entre 2002 y 2003. La primera en ser abierta fue cerrada antes de 2007. La segunda, a la cual estaba vinculada junto a otros ocho miembros de la familia real, estaba bajo el nombre de The Effat Charitable Foundation Ltd. El monto máximo que tuvo en 2006/2007 fue US$ 31,2 millones
La princesa Lolowah no respondió a las repetidas solicitudes de comentarios por parte del ICIJ.
Khunying Patcharee Wongpaitoon, una mujer de negocios tailandesa convertida en fugitiva y que falleció hace algunos años, estaba conectada a una cuenta de HSBC cuando fue investigada por uno de los primeros ejemplos de manipulación de precios de acciones del país. Los archivos filtrados no especifican su conexión precisa con la cuenta.
Descrita en los medios de prensa como una “acaudalada mujer de negocios”, Wongpaitoon, cuya cuenta de HSBC estuvo abierta desde 1992 hasta 1994, fue una de varios ejecutivos acusados de crímenes corporativos que llevaron al colapso, en febrero de 1993, de la First City Investment Finance Public Company Limited. La compañía luego fue rescatada por el gobierno tailandés.
De acuerdo al diario The Nation de Tailandia, Wongpaitoon evadió el arresto, convirtiéndose en una fugitiva hasta que el tiempo límite para el proceso pasó. Hija de un ex primer ministro asistente de Tailandia, Wongpaitoon fue declarada en bancarrota en 1999, luego de hallarse en mora en una garantía de préstamo bancario de US$ 2,4 millones, pero luego volvió a ser solvente, reportó el diario. En 1998, la mujer de negocios también estuvo involucrada en acusaciones de que su compañía se beneficiaba de contratos de construcción otorgados por la ciudad de Bangkok, cuyo gobernador por ese entonces era su hermano.
Arlette Ricci es la heredera de la multimillonaria fortuna de su abuela Nina y su abuelo Robert Ricci, quienes juntos establecieron una de las más antiguas casas de modas de Francia y un gigante global del perfume. La marca de modas Nina Ricci, que buscaba “hacer que las mujeres se vean hermosas, con una chispa juvenil”, fue fundada en 1932 y la primera botella de perfume llegó una década después. La marca Nina Ricci ahora es propiedad de un conglomerado español.
Ricci era la dueña beneficiaria de una cuenta bajo el nombre de la compañía Parita Compañía Financiera S.A., con base en Panamá, que tuvo hasta US$ 22,5 millones en un punto de 2006/2007. Las detalladas notas dejadas por empleados de HSBC en el archivo de Ricci incluyen una visita por parte de la heredera/ama de casa en abril de 2005 para “retirar algunos euros”.
Ricci es listada como apoderada de otra cuenta, Myr Associates Inc., que tuvo US$ 1,9 millones y fue cerrada en 2006. Una tercera cuenta, bajo el nombre Positano, cerrada en 1989, no indica explícitamente el rol de Ricci.
De los 3.000 ciudadanos en la lista de HSBC que las autoridades francesas recibieron en 2009, Ricci era solo una de las decenas de acusados de fraude de impuestos por el Departamento de Justicia francés en relación a cuentas suizas sin declarar, de acuerdo a reportes de los medios. Se reportó que la policía arrestó a Ricci en 2011 en su casa del centro de París y la tuvo bajo custodia por 48 horas.
“Disputamos los montos y los eventos como se relatan en los recuentos de los archivos de Falciani y todos los lazos con estas compañías [offshore]”, dijo a periodistas en 2013 el abogado de Ricci, Jean-Marc Fedida, añadiendo que ésta pasa gran parte del año viviendo en el chalet suizo que compró en 2008.
La investigación francesa de las cuentas de Ricci en HSBC sigue en proceso.