Cargando...
Blásida fue detenida el 7 de marzo de 1991. En aquel entonces tenía 31 años y trabajaba como limpiadora y sirviendo café en Humaitá Turismo, fachada bajo la cual operaba también Humaitá Cambios, una de las empresas supuestamente involucrada en el escándalo de evasión de divisas que sacudió Paraguay en la segunda mitad de la década de los ’80.
Ella no hablaba inglés, no había viajado nunca a Nueva York y mucho menos había escuchado hablar del 900 Third Avenue, la dirección en la que funcionaba en aquel entonces el National Central Bank en la ciudad dominada por los grandes rascacielos. Aún así, había una cuenta en esa entidad bancaria que figuraba a su nombre y que le terminó costando dos años de cárcel.
De acuerdo a las publicaciones de la época, Blásida figuraba como dueña de la cuenta “Salta”, vinculada a Humaitá Turismo, abierta en el Central National Bank de Nueva York para desviar millones de dólares robados al BCP en operaciones simuladas con empresas fantasmas entre los años 84 y 85.
Cuando la detuvieron, llevaba casi cinco años figurando como prófuga de la justicia. Permaneció como reclusa en el penal del Buen Pastor desde ese 7 de marzo de 1991, hasta que el 2 de marzo de 1993, el juez Rubén Candia Amarilla (quien luego llegaría a ser Fiscal General) decidió liberarla. Ella permaneció dos años en prisión, mientras que Horacio Cartes, uno de los principales implicados en el caso, estuvo en Tacumbú apenas algunos meses.
Hoy, ya con más de 50 años, sigue trabajando duro en el Banco Amambay, con Cartes aún como su patrón y vive en una humilde casa en un barrio de gente trabajadora de Asunción. No se ha casado ni tiene hijos, vive rodeada de muchos hermanos y sobrinos. Contradictorio, para alguien que pudo abrirse una cuenta en Nueva York.
Mientras se encontraba prófugo, Cartes abrió dos cuentas secretas en la filial suiza del gigante HSBC, poco después de que se cerraran las tres cuentas vinculadas a Humaitá Turismo en Nueva York. Cartes afirmaba ser un simple agente de turismo, pero se permitía algo reservado para pocos magnates en el mundo. Esto fue revelado por la investigación denominada “Swiss Leaks”, encabezada por el diario francés Le Monde y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y de la que formó parte ABC Color.
Cartes fue consultado en varias oportunidades sobre sus cuentas en Suiza, pero el primer mandatario decidió permanecer en silencio. “No tengo comentarios, gracias”, fue todo lo que se animó a decir ante las consultas de ABC y el ICIJ. Cuando decidió expresarse sobre la cuestión, lo hizo a través de su perfil en la red social Facebook, donde podía evitar las preguntas que los periodistas pretendían hacerle.
No hay mención alguna al origen del dinero que depositó en esas cuentas, tampoco a los montos o al pago o no de impuestos por ese dinero ante el fisco paraguayo. Mucho menos existe mención alguna a Blásida, la “limpiadora millonaria” que fue presa por figurar como dueña de una cuenta vinculada a una de sus empresas y que hasta hoy sigue sirviendo café en su banco.