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Si bien el 2018 significó la derrota de Horacio Cartes en las urnas, a través de su elegido, el exministro de Hacienda, Santiago Peña, la fuerza del movimiento que lideró en todos estos años no perdió resistencia. Incluso luego de perder, intentó imponerse -nuevamente por encima de la Constitución Nacional- al poner todo su empeño en jurar como senador activo. Este fue uno de los hechos que acrecentó la fuerte polarización entre los colorados, que se viene arrastrando desde años anteriores.
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Desde la asunción de Mario Abdo Benítez al poder, varios han sido, no obstante, los intentos que finalmente resultaron infructuosos de lograr la “tan ansiada” unidad en la ANR, de la que tanto hablan.
En palabras del periodista y columnista de ABC Color, Edwin Brítez, muchos excartistas se adaptaron, pero “Cartes se quedó en la oposición, con la espina en la garganta porque no pudo jurar como senador. Se propuso callar 100 días y Marito le ganó de mano. En los 100 días lo que hizo fue atacar al entorno del cartismo, como a Óscar González Daher, y al clan Zacarías, que de a poco se está desmoronando”.
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Agregó que “esto le obliga a Cartes con su equipo ir a una convención solo a defenderse, ya que no tiene tiempo de atacar”. A criterio de Brítez, “lo que hizo fue una asamblea exclusivamente para defender a Sandra McLeod”.
Paralelamente a esto, se crea un nuevo bando, la “bancada colorada independiente” en ambas cámaras. Esto, debido a que “como los colorados no comen vidrio, en la pelea de dos grandes el que está en la colita no va a ligar nada de eso, forma un tercer frente totalmente independiente”. Se refiere a los Samaniego. Lilian y su hermano, el exintendente de Asunción Arnaldo Samaniego, forman su grupo junto con otros descontentos. Esta bancada finalmente vuelca sus decisiones hacia Colorado Añeteté.
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“Pero ellos comen de la batea más chica, no de la grande, así que le hacen nombrar Presidente de Diputados a Miguel Cuevas y a Arnaldo Samaniego, presidente de Comisión de Presupuesto (un cargo de peso, para manejar operadores políticos, etc.) y así va ganando lugares, porque cuando le conviene, le apoya a quien les quede mejor”, prosiguió Brítez.
Esta crisis ya venía gestándose desde el año 2015, cuando Horacio Cartes impuso a Hércules Pedro Alliana, actual diputado, como titular de la Junta de Gobierno, en unas elecciones en que derrotó a Mario Abdo Benítez, quien debió conformarse con la titularidad del Congreso Nacional durante ese periodo.
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Pero como quien dice el que ríe al último, ríe mejor, Marito fortaleció Colorado Añeteté y se preparó para las Presidenciales. “Era un movimiento rejuntado, formado por quienes se enojaron con Cartes, y camino a eso, surge el tema de la reelección (con el conato de enmienda constitucional) donde Marito tuvo la brillante oportunidad de enfrentarle a Cartes y ahí se notó los que apoyaron a Marito además de miembros de otros partidos que salieron en contra de la violación de la Constitución", rememoró Brítez.
Esta crisis se vio más ahondada a finales de 2017, cuando Cartes tuvo problemas dentro mismo de Honor Colorado, al designar a Santiago Peña como su representante. “Forzó la candidatura de Santi y ahí produjo otra vez una cantidad de heridos y contusos que se fueron a parar a Añeteté, como el caso del vicepresidente, Juan Afara, uno de los últimos en adherirse al que luego sería el movimiento oficialista".
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En este contexto, Abdo Benítez formó el equipo que tiene actualmente. Uno de los que se ayornó a las circunstancias fue Luis Alberto Castiglioni, quien se llamó a silencio durante el periodo transitorio, y luego fue designado como ministro de Relaciones Exteriores del actual gobierno.
Otro caso notable fue el de Nicanor Duarte Frutos "quien jugaba en el medio", según Brítez, ya que tenía su movimiento propio, pero de todas formas estuvo especulando sobre la enmienda para la reelección (en que también tenía intenciones de candidatarse) y cuando se dio cuenta de la inviabilidad de esta jugada, fue más práctico, “se jugó a la Senaduría con su movimiento, lo que tampoco fue factible, ya que los abdistas cerraron el paso a que senadores vitalicios juren como activos". Finalmente, se adaptó para llegar al cargo que actualmente ocupa, el de director Paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
El senador Rodolfo Friedmann Alfaro, uno de los referentes de la bancada de Colorado Añeteté en el Senado, dijo en diálogo con ABC Color que la división que existe en el partido “no es algo demasiado importante”, ya que “no hay que olvidar que no es nuevo. Incluso antes del 89 el Partido Colorado era oficialismo y oposición”.
Recordó que ocurrió lo propio durante el periodo presidencial de Duarte Frutos, por lo que a su criterio “el partido tiene esa peculiaridad, siempre está el oficialista y el opositor dentro del partido”, aunque dijo que esta característica “en estos tiempos se aceleró, pero no es algo extraordinario dentro del partido”.
“No siento que esa división se traslade al Congreso, veo como que está amplificada esa visión que sí existe, pero en el Senado no veo esa división. Existen diferencias de criterios, pero no siento que haya una división muy fuerte”, cerró.
No obstante, argumentó estar esperanzado en que “esas diferencias se deben acortar en algún momento. En el 2019 seguramente buscaremos la unidad electoral para las internas y podría darse un acercamiento dentro del ámbito del respeto. Hay que sentarse a conversar sobre las bases”, indicó.
Añadió que los cartistas se sienten perseguidos. “Nosotros sentimos que nuestra bandera de lucha contra la corrupción molesta, pero eso no significa que estamos atacando a nadie (en referencia a los casos González Daher y clan Zacarías)".
Muy por el contrario a lo que afirmó Friedmann, el diputado Ramón Romero Roa, de la bancada samanieguista, señaló que la historia de la ANR “tiene que ayudar a que no se repitan temas que dividen al partido”, razón por la cual “tenemos la obligación de solucionar los problemas que se dan internamente”.
A su criterio, el problema principal de esta fractura es “la falta total de capacidad de la conducción partidaria”, que actualmente tiene como cabeza a Pedro Alliana. “La comisión ejecutiva está integrada por personas que no tienen las condiciones para tomar las medidas buscando concordar con todos los sectores con liderazgo dentro del partido”, argumentó.
Lamentó que nuevamente termine otro año “con una debilidad institucional fuerte en la conducción del partido que no tiene la capacidad de armonizar los sectores que tienen poder político”.
Opinó que esta crisis debe ser subsanada lo antes posible. “Tenemos que superar esto en el futuro cercano. Tiene que haber acercamiento. Un partido de gobierno que no tenga la solidez no puede generar resultados positivos desde su tarea gubernativa y el compromiso que tenemos es con la ciudadanía. Se aproximan las municipales y si no tomamos conciencia los ciudadanos podrían cobrarnos en las elecciones”, dijo.
Finalmente señaló que las últimas elecciones son la prueba de que esta situación persistirá hasta tanto no se lleguen a acuerdos en espacios de poder de la propia Junta de Gobierno. “Si eso no se replantea, no habrá solución porque el espacio de poder implica estar presente en la comisión ejecutiva que es la conducción partidaria”, puntualizó el legislador.
Por su parte, el diputado cartista Basilio “Bachi” Núñez, indicó que desde hace 20 años milita en la política y “nunca vi un Partido Colorado tan fracturado”, aseguró. Refirió que además de los tres frentes en conflicto, internamente cada bloque tiene sus rencillas.
“Es posible subsanar siempre y cuando se abran canales de diálogo de ambas partes, lo cual por ahora está cerrado. Hay confrontación en diferentes sectores”, apuntó.
Pese a esto, sostuvo que la Cámara de Diputados es el ambiente de menos fricción dentro de lo que implica la ANR, ya que existe buen diálogo entre todos.
Agregó incluso que los representantes colorados de la cámara baja podrían llegar a un acuerdo para triunfar en la mesa directiva. “En Diputados al menos hay más diálogo. Estamos hablando y hasta te diría la posibilidad de que formemos un bloque los 42 colorados y, por qué no, tener en base a ese bloque, un presidente posteriormente”, adelantó.
A lo largo de la historia de la ANR se han dado varias rupturas, pero sin dudas, la más preponderante de todas fue la iniciada en 1996, teniendo al fallecido Lino César Oviedo como protagonista, contra Juan Carlos Wasmosy, presidente de la República en ese periodo. Pero esa división se formalizó recién en el año 2002, con la fundación del Unace, nucleación política cuyos miembros fueron colorados que siguieron a Oviedo luego de ganar las internas de 1997 y perder la nominación por decisión política.
Con las idas y venidas que caracterizan a la política paraguaya y, sobre todo, al Partido Colorado, no debe extrañar que para el 2019 se hagan las negociaciones necesarias para lograr la unidad partidaria considerando las elecciones internas que se avecinan, aunque ese "romanticismo" sea sólo circunstancial. Ya lo dijeron los representantes del partido mayoritario de nuestro país, es característico el quiebre en la ANR, pero esto hasta que surjan intereses creados que permitan a sus miembros ir hacia donde convenga mejor a sus intereses.