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Uno de los primeros en obtener su libertad fue el accionista Humberto Casaccia, quien fue condenado a 2 años y 6 meses. Luego Victor Daniel Paiva, condenado a 5 años.
En estos momentos el dueño del supermercardo Ycuá Bolaños también solicitó a la jueza de Paraguarí, Miryan Villamayor, su libertad por compurgar las dos terceras partes de la condena y por poseer una buena conducta. Ya se realizaron varias diligencias en el marco de dicho pedido, luego quedará en manos de la magistrada decidir si le otorga o no la libertad.
A continuación compartimos parte de la declaración de los acusados durante el juicio oral:
Juan Pío Paiva: responsabilizó única y exclusivamente al arquitecto Bernardo Ismachowiez por las irregularidades en la construcción del local siniestrado, señalando que era su compromiso entregar la obra con las adecuadas medidas de seguridad, habilitación e inspección correspondientes. También, negó que haya ordenado el cierre de puertas del supermercado el día de la tragedia, como refiere la acusación del fiscal de la causa, Edgar Sánchez.
Víctor Daniel Paiva: En el juicio ratificó su inocencia con relación al orden de cierre de puertas señalando que su papá Juan Pío era el encargado de tratar con el personal de seguridad del supermercado. Indicó que su relación con su progenitor era de empleado a empleador.
Asimismo, refirió que el 1 de agosto de 2004 se retiró del supermercado cerca de las 10:45 para comprar entradas del partido donde jugaría Cerro Porteño, luego recibió la llamada de un amigo policía avisándole que el supermercado Ycuá Bolaños de Trinidad se estaba incendiando. Inmediatamente se trasladó al lugar, donde ya se encontró con los bomberos que intentaban apagar el fuego y que no lo dejaron ingresar al sitio. Luego una turba le agredió por lo acontecido, por lo que prefirió regresar a su casa.
También había mencionado que le consta que el mantenimiento periódico se realizaba en el ducto de la chimenea con un hidrófugo. Para ello, una persona que identificó como Portillo, estaba designada y que de esta limpieza daba cuenta a Juan Pío Paiva.
El ex guardia del supermercado, Daniel Areco: En ningún momento recibió una orden de cerrar las puertas y que lo único que se le ocurrió en el momento del incendio fue salvar su vida. “Fue un hecho que nos sorprendió a todos”, precisó. Calificó de fantasiosa la acusación del fiscal Sánchez, quien le culpó de cerrar las puertas del centro comercial. “Yo no sé qué cuento es ése de que se ordenó por teléfono o radio cerrar las puertas. Lo único que queríamos era escapar porque el techo y el fuego caían sobre nosotros. Todo fue muy rápido” refirió Areco.
Humberto Casaccia, directivo de la empresa: “Me encontré con Paiva, que llegó. Escuchamos que había fuga de gas. Le avisé a un bombero para que cortara el suministro. Me fijé que los bomberos ya habían abierto el boquete sobre la muralla que da al suministro y la ANDE ya cortó la electricidad sobre el transformador”, explicó.
Señaló que intentó ingresar al supermercado, pero le sacaron por el riesgo de un eventual derrumbe del edificio. Agregó que no podían hacer nada, pero que en un momento se acercaron personas para pedirles medicamentos y que él autorizó la compra.
La tragedia del Ycuá Bolaños se registró el 1 de agosto del 2004, cuando cerca del mediodía se desató un incendio que dejó 400 muertos. En un segundo juicio oral fueron condenados Juan Pío Paiva, a 12 años de cárcel, y su hijo Víctor Daniel Paiva, a 10 años de cárcel. Asimismo, el guardia Daniel Areco había sido condenado a 5 años, y el accionista Humberto Casaccia a dos años y seis meses. El constructor, el arquitecto Bernardo Ismachoviez, fue condenado a dos años de encierro, condena ya compurgada.