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El dictador Alfredo Stroessner fue quien más abusó de la figura de la “reelección” y de esa manera se convirtió en el gobernante que mayor tiempo estuvo en el poder en la historia del país. Asumió la presidencia el 15 de agosto de 1954 y no la soltó hasta el 3 de febrero de 1989, cuando fue derrocado mediante un golpe de Estado.
A lo largo de 34 años y casi seis meses en el poder, consiguió cambiar la Constitución de 1940 durante una Constituyente que se realizó en 1967, cuando se incluyó la figura de la reelección por otros dos periodos a partir de 1968. En tanto que, en una “enmienda constitucional”, el 25 de marzo de 1977, se instauró finalmente la reelección indefinida con lo cual Stroessner se mantuvo en el poder hasta 1989.
Andrés Rodríguez fue quien el 2 de febrero de 1989 lideró la revuelta que desencadenó en el derrocamiento de Alfredo Stroessner. Con el dictador fuera del poder, Rodríguez asumió de manera provisoria la presidencia, venció a la oposición en elecciones que sirvieron para completar el periodo presidencial y luego cedió el poder al colorado Juan Carlos Wasmosy (1993-1998).
Durante el periodo de Rodríguez se llamó a la Constituyente que se instaló en 1991 y promulgó la nueva Carta Magna el 20 de junio de 1992, que sustituyó a la Constitución de 1967. En este documento se incluyó por primera vez la figura de la senaduría vitalicia para los expresidentes de la República, una figura en que los exmandatarios tienen voz pero no voto.
Juan Carlos Wamosy asumió la presidencia el 15 de agosto de 1993 y de esa manera se convirtió -luego de varias décadas- en el primer civil en el Palacio de los López. Estuvo en el poder hasta el 15 de agosto de 1998. Su elección tuvo un alto olor a fraude electoral. Desde su gestión hablaba de que una reelección “es necesaria”; sin embargo, nunca prosperó y los colorados Luis María Argaña y Lino Oviedo se disputaban en ese entonces el liderazgo de dicho partido.
La débil democracia del Paraguay se vio sacudida durante el gobierno de Raúl Cubas, quien asumió el 15 de agosto de 1998. Su breve gobierno se caracterizó por constantes incidentes políticos con la oposición, incluso con sectores de su propio partido: la ANR. Fue juzgado por mal desempeño en sus funciones y el Congreso Nacional impulsó un juicio político en su contra, pero a raíz del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña y la masacre de manifestantes en las plazas del Congreso, renunció a su cargo el 28 de marzo de 1999.
Con la renuncia de Cubas y muerto Argaña, el presidente del Senado, Luis González Macchi, asumió el gobierno el 28 de marzo de 1999 debido a que estaba en la línea de sucesión. Su gestión fue muy impopular a causa de la grave crisis económica y tuvo serios problemas en el Congreso; incluso esquivó un intento de golpe de Estado.
Nicanor Duarte Frutos fue presidente desde 2003 hasta 2008 y su mandato se caracterizó por un crecimiento sostenido en materia macroeconómica. Sin embargo, en 2006 comenzó con la intención de una enmienda constitucional para buscar su reelección, pero no tuvo mayoría en el Congreso. Se presentó como candidato a senador y, pese a que ingresó en el primer lugar de mano de la ANR, nunca pudo jurar como senador activo.
El exobispo de San Pedro Fernando Lugo saltó a la arena política en 2006, cuando encabezó una multitudinaria marcha en repudio a la intención de Nicanor Duarte de violar la Constitución Nacional.
Asumió el 15 de agosto de 2008 y, de esa manera, desalojó del Palacio de los López a los colorados. Fue destituido el 22 de junio de 2012 a través de un controvertido juicio político en el marco de una crisis. Durante su gestión buscó la reelección, hecho que no prosperó porque dentro de la Alianza que lo llevó al poder hubo varias oposiciones. Dos de los que se opusieron fueron sus ministros Efraín Alegre, de Obras Públicas, y Rafael Filizzola, del Interior, quienes posteriormente fueron destituidos.
Federico Franco fue presidente desde el 22 de junio de 2012 hasta el 15 de agosto de 2013. Asumió el cargo en su carácter de vicepresidente, tras la destitución vía juicio político de Fernando Lugo. Su presidencia no fue reconocida a nivel regional y luego entregó la banda presidencial a Horacio Cartes.
El empresario y dirigente deportivo Horacio Cartes incursionó en la política en 2009, cuando se afilió al Partido Colorado. Asumió el cargo el 15 de agosto de 2013 y, con él, el Partido Colorado retornó al Poder Ejecutivo.
Cartes, desde la presidencia, impulsó la figura de la enmienda constitucional en busca de la reelección. Un grupo de senadores se reunieron en una bancada y aprobaron un proyecto de reelección vía enmienda que desató una crisis que llevó a las protestas y la quema del Congreso.
Fernando Lugo y Horacio Cartes aceptaban que la enmienda no es la vía para habilitar la reelección presidencial. Lugo incluso encabezó una gran movilización en 2006, en donde se repudiaba al entonces presidente Nicanor Duarte Frutos (ANR) cuando intentaba una enmienda constitucional.
El exobispo aseguraba que “no es una salida jurídicamente correcta”, mientras que Cartes al asumir dijo: “No seré partícipe de ese camino y respetaré la Constitución Nacional”.
Sin embargo, los partidarios de ambos iniciaron una encarnizada lucha para violar la Carta Magna que culminó con una crisis política y el joven dirigente liberal Rodrigo Quintana fallecido el 1 de abril del 2017.
Entretanto otro expresidente, Nicanor Duarte Frutos se muestra de acuerdo con una enmienda constitucional para incluir la reelección, pero nunca una reelección indefinida. “Se debería pensar en una reelección consecutiva por un periodo o alternada. Nunca una indefinida (...)" decía en setiembre del año pasado.
"Hay que discutir si la reforma constitucional es necesaria y si es necesaria se debe saber cuáles son las instituciones que necesiten cambiar. Para mí, el tema fundamental es el Consejo de la Magistratura. Se debe disputar los espacios de poder, pero en una militancia política activa. Se debe conversar con todos los sectores políticos, porque la Constitución vigente se hizo con los ojos en la nuca", manifestó.
Los candidatos
Mario Abdo Benítez, candidato del Partido Colorado, habla de una reforma constitucional, pero que el debate no solo se centre en la reelección sino que también se incluya una reforma del Poder Judicial y otras instituciones. "Incluir la reelección es un 'accesorio'. Hay otras cosas mucho más importantes, como la reforma del Poder Judicial, la despolitización de la Justicia, estamentos que se superponen en sus funciones...”.
En la vereda de enfrente tampoco hay mucha diferencia en el discurso. Efraín Alegre, candidato aliancista, aseguró que buscará una “profunda transformación” de la Justicia, que “es clave” para producir los cambios que requiere el Paraguay.
“Tenemos que cambiar este sistema, que fue aprobado en la Asamblea Nacional Constituyente de 1992, que con los años nos ha demostrado que no funciona, porque permite el control político que 'domestica' y corrompe a los jueces”, aseveró el político liberal.