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“Las acciones emprendidas y planificadas previamente revelan la existencia de metodologías, patrones de conducta y modus operandi ordenados y cumplidos sistemáticamente, revelando que sus agentes tenían entrenamiento y experiencia en la perpetración de violaciones de los Derechos Humanos”, señaló la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay en su informe final, luego de investigar desde 2004 hasta 2008 los 35 años de dictadura de Alfredo Stroessner, más 14 años de transición democrática.
No en vano se habló de metodologías y modus operandi, porque a pesar de que los represores se cuidaron de no dejar evidencia escrita, los testimonios revelaron los métodos de tortura del régimen. Repasaremos aquí algunos de ellos:
La detención arbitraria: la mayoría de las detenciones llevadas a cabo por el régimen fueron sin orden judicial de por medio. El sistema estaba preparado desde el más alto comando de las fuerzas represivas hasta el último eslabón, que era el soldado o el ‘pyrague’, quedando así constituida la cadena que mantuvo presas a muchas personas por días, semanas, años y algunas incluso hasta décadas.
Leyes liberticidas como la 294 y la 209, así como un Poder Judicial a la medida del dictador, permitieron no solo estas detenciones ilegales sino también otros tipos de violencia y vejámenes.
Pileta: los presos eran maniatados y sumergidos en una bañera llena de agua sucia, con orina y excrementos, así como alimañas y colillas de cigarrillos. Casi asfixiados, los presos eran sumergidos una y otra vez; además, los agentes obligaban a otros presos a asistir a las sesiones de flagelos físicos, lo que constituía una tortura psicológica y una advertencia sobre lo que les ocurriría.
Este método, que durante la Operación Cóndor fue llamado el “submarino”, debe ser una de las formas de tortura que más perdura en la memoria de los paraguayos.
Picana eléctrica: este artefacto, que mediante un bastón se aplicaba al cuerpo mojado de los prisioneros, producía dolorosos espasmos. Además, se aplicaba a los genitales tanto de hombres como de mujeres y muchas personas murieron a causa de la falta de “profesionalismo” o el mal manejo de este aparato.
Había necesidad de asesoramiento técnico para su uso y éste llegó desde Estados Unidos.
Cachiporra: un bastón de goma utilizado por la Policía para golpear a los detenidos, pero eran golpes en lugares específicos como las plantas de los pies, los dedos de las manos y las nalgas. Hasta la actualidad, la Policía Nacional utiliza la cachiporra como elemento de “defensa”.
Tejuruguái: como dijimos al principio, la tortura en Paraguay no comenzó con Stroessner. Este elemento de tortura no apareció en la era del ‘Tiranosaurio’, sino con la Justicia Colonial, que utilizaba un látigo con bolitas de plomo en el extremo, cuyo objetivo era desollar al penado al azotarlo.
El tejuruguái es una “evolución” de ese látigo colonial, pero el de la era stronista era un látigo trenzado de cuero con las mismas bolitas de metal en la punta con las que se golpeaba el torso desnudo de los prisioneros.
Ensalada: era la mezcla de todos estos métodos mencionados, aplicados sistemáticamente a los detenidos, y a esto casi nadie sobrevivió, explicó Olga Aguirre, secretaria del Archivo del Terror.
Abusos sexuales: los abusos sexuales parecen un denominador común entre los regímenes dictatoriales de América Latina, y aunque en Paraguay no hubo muchos testimonios de este crimen, en opinión de la coordinadora del Archivo del Terror, Rosa Palau, es más bien porque muchas personas no se animan a contar que fueron sometidas sexualmente, por una cuestión de pudor y de dignidad, dijo.
Tal vez los represores no dejaron por escrito explícitamente las metodologías utilizadas, pero sí vestigios de cómo fue, como por ejemplo un memorándum en que se señala: “A estos (los detenidos) hay que vestirles bien el traje blanco”.
Son éstas algunas de las técnicas y elementos de tortura que se utilizaron durante el régimen de Alfredo Stroessner, quien perduró en el poder a lo largo de 35 años, constituyéndose en la más prolongada dictadura de la región.
Consultas y Bibliografía
“Diccionario usual del stronismo”. (Servilibro, 2004, Alfredo Boccia Paz).
“Es mi informe, los archivos secretos de la Policía de Stroessner”. (Servilibro, 1994, Alfredo Boccia Paz, Myrian González, Rosa Palau).
“Operación Cóndor”. (Lohlé-Lumen, 1998, Nilson Cezar Mariano).
“Informe Final” (2008, Comisión Verdad y Justicia del Paraguay).