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Uno de los recursos ideales para procesar, comprender e interpretar un texto es el organizador gráfico. Aprender a utilizarlo es activar operaciones cognitivas para procesar información, demostrar comprensión y, además, poner en juego operaciones metacognitivas para regular el propio aprendizaje.
Hoy realizaremos ejercicios organizando gráficamente diversas estructuras de párrafos.
Ejercicio 1
Organización 1: Problema-solución
Lee el párrafo y estructura la información en el siguiente organizador gráfico.
En primavera algunas personas padecen una forma particular de alergia, llamada comúnmente fiebre del heno. ¿Cómo deben comportarse? Para resolver sus problemas de forma radical, tendrían que trasladarse a una zona en la que no se diera en esa estación la difusión del polen nocivo. Dado que tal solución resulta difícil en la práctica, para disminuir las molestias pueden: a) evitar la exposición prolongada al aire libre; b) tomar fármacos (antihistamínicos).
Recuperado de: http://linguisticayliteraturaluzma.blogspot.com/2012/05/el-parrafo.html
Organizador: Problema- solución
Lea más: Estrategias de lectura interpretativa
Ejercicio 2. Lee y organiza el gráfico comparativo.
Organización 2: Comparación
Ciencia y tecnología
La expansión del conocimiento científico que tuvo lugar a principios del siglo XVII, se atribuye muy a menudo al redescubrimiento del saber antiguo que alumbró el fenómeno del Renacimiento. Pero cuanto más estudia uno esa explicación, menos correcta le parece. Entre Arquímedes y Eratóstenes hubo cuatrocientos años de especulación sobre el mundo natural, llevada a cabo por algunas de las mejores mentes que la ciencia haya conocido, pero no puede decirse que acumulasen un inmenso caudal de conocimientos sobre el funcionamiento del mundo natural. Si la ciencia entre los años 1600 y 2000 se hubiera movido al mismo ritmo, partiendo del conocimiento que poseían los griegos y usando sus mismas herramientas, no habríamos añadido mucho a los conocimientos que heredamos de ellos. El redescubrimiento del saber antiguo nos proporcionó una excelente plataforma de lanzamiento, por supuesto, pero se necesitó algo externo a la ciencia para situarla en órbita, algo que no tuvieron los griegos, los árabes o los chinos. Ese algo es una tecnología adecuada.
La tecnología se define en muchos diccionarios como la ciencia aplicada, pero no es más significativo definir la tecnología como ciencia aplicada que definir una gallina como un huevo aplicado. Las gallinas vienen de los huevos, pero los huevos también provienen de las gallinas. Es cierto que gran parte de la nueva tecnología surge de la aplicación de descubrimientos científicos, pero también es verdad que muchos de los descubrimientos científicos han sido a menudo el resultado de aplicar nuevas tecnologías. La ciencia y la tecnología son, simplemente, dos respuestas diferentes ante las fuerzas de la naturaleza. Mientras que la ciencia es el intento de la humanidad por explicar esas fuerzas, la tecnología es el intento de la humanidad por explotar y aprovechar esas fuerzas. Y el progreso en cualquiera de ellas puede ser fuente de progreso de la otra.
http://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2013/03/Comprension_Lectora2.pdf
Ejercicio 3. Grafica el texto literario
Organización 3: Tela de araña
La pandorga
La pandorga quedó preciosa. Los «palitos» de tacuara pulidos y rectos. El armazón redondo y equilibrado. Las «tajaditas cortadas» azules y rojas, perfectas y minuciosamente pegadas. Las largas «piriritas» amarillas rodeaban a la pandorga como una cabellera rumorosa de viento y rubia de sol. Y, finalmente, los «barbijos» simétricos, milimétricos, matemáticos. Era toda una pandorga hecha para conquistar todos los cielos y las alturas más azules. Una obra de arte volandera que el padre
fabricaba para la admiración del hijo. Salieron a la calle llenos de gozo para asistir al vuelo inaugural de ese nuevo astro de tacuaras y papel de seda. El padre esperó viento, que sopló, tironeó de la pandorga y el padre dio hilo permitiendo que se elevara con un rumor de alegría sedosa. Vino otra ráfaga, y la pandorga la escaló victoriosa, sacudiendo su melena dorada. Ya se hacía pequeña en la altura, cuando de pronto sobrevino el fin del mundo. Aflojó el empuje del viento, que quedó calmo, y luego sopló en ángulo distinto. La armonía se rompió, los barbijos enloquecieron, la larga cola se agitaba buscando apoyo en el viento que había dado la espalda, y de pronto, una ráfaga inesperada, impetuosa, salvaje, y la pandorga cabeza abajo que cae trazando un itinerario de meteoro que se estrella estrepitosamente, con un rasguido de palitos y seda rotos, en los hilos eléctricos. Y allí queda, irremediablemente prisionera. El niño mira al padre, pensando que aquel hacedor de estrellas no es tan genio ni tan infalible como creía.
Mario Halley Mora (paraguayo).