La princesa triste (adaptación) (1)

¿De qué crees que se tratará el texto? ¿Cuál sería la causa de la tristeza de la princesa? Veamos.

La princesa triste (adaptación) (1)
La princesa triste (adaptación) (1)Archivo, ABC Color

Cargando...

Después de una desgraciada guerra, el rey Wandrell tuvo que entregar a su enemigo la mejor de sus ciudades, y tanto dolor le causó aquella pérdida, que enfermó y murió a poco, y ocupó el trono su hija, la hermosa Indriana.

Docenas de príncipes, caballeros y famosos guerreros se apresuraron a pedir su mano, pero ella les ponía como condición que debían reconquistar la ciudad perdida y otras cien más. Ninguno se atrevió a emprender tan gran hazaña, y la reina se entristeció, viendo que jamás tendría esposo.

Pasó el tiempo, y sucedió que el hijo del rey de un país vecino creció y se hizo hombre, y, decidido a correr aventuras, tomó una pequeña escolta y salió a recorrer el mundo.

Al pasar por una ciudad, su príncipe retó a Ramurha, que así se llamaba el hijo del rey, y lucharon ante los ojos de todos los habitantes de la ciudad, venciendo Ramurha. El príncipe le ofreció su ciudad, pero él le contestó:

—No sabría qué hacer con ella. Consérvala.

Venció, uno tras otro, a todos los príncipes de las ciudades por las que pasaba, y todos le ofrecían sus ciudades, aunque Ramurha siempre contestaba:

—No sabría qué hacer con ella. Consérvala.

Cierto día, en un descanso, su trovador cantó la canción que se refería a la reina Indriana, que decía así:

—Ganará la mano de la bella Indriana y la hará feliz, el caballero que conquiste cien ciudades.

Ramurha se puso en pie con impaciencia y exclamó:

—¡Corramos al reino de Indriana!

Cabalgaron sin parar durante siete días y siete noches, y llegados ante la hermosa Indriana, le dijo Ramurha:

—¡Yo rendiré cien ciudades a tus pies!

Antes de partir, ordenó a su trovador que entretuviera a la reina con bellas canciones, por ver si sonreía. Y el valiente Ramurha viajó por cien ciudades, a cuyos príncipes venció, y a todos les ordenaba:

—Preséntate a la bella Indriana y dile que tu ciudad ya ha pasado a ser suya.

Los cien príncipes así lo hicieron, y la reina pudo gobernar sobre aquellas cien ciudades. Entonces llegó Ramurha y le dijo:

—He cumplido mi palabra. Ya tienes las cien ciudades.

—Has triunfado y me complace. Seré tu esposa.

Pero no por eso dejaba la reina de ofrecer en su rostro una sombra de tristeza.

Sobre el libro

Libro: Mis cuentos de hadas

Título: La princesa triste

Editorial: Cuenticolor

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...