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El espectáculo fue montado en el centro de convenciones de la Conmebol, donde se congregó una multitud para seguir a través de pantallas gigantes toda la emoción del encuentro que protagonizaron los equipos de Real Madrid y Borussia Dortmund en el emblemático estadio Wembley de Londres. También disfrutaron de diversos juegos interactivos.
La fiesta no terminó con el pitido final del árbitro ni con la entrega de las medallas y el trofeo, porque después llegó el esperado Tercer Tiempo, donde se mezclaron simpatizantes de los dos equipos para brindar con abundante Heineken, acompañados de una excelente musicalización.