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El pasado 20 de junio estuvo de cumpleaños la doctora María Teresa Meyer, fundadora del laboratorio Meyer Lab, quien ese día, se preparaba para festejar un año más de vida con sus seres queridos, sin imaginar que un obsequio sorpresa la esperaba en el lugar donde forjó un gran sueño.
En esa fecha, una gran tela negra cubría parte de las instalaciones de laboratorio y no precisamente porque se llevaban a cabo refacciones, sino porque debajo se hallaba un emotivo homenaje para su fundadora, quien llegó al sitio acompañada de sus familiares y fue alcanzada por sus colaboradores, con quienes descubrió la obra existente detrás del telar.
Sus hijos, nietos y parte de la gran familia Meyer Lab vivieron el emotivo momento en que la doctora María Teresa vio su rostro plasmado en una gran mural de 222 m2. Solo hubo palabras de agradecimiento, amor y reconocimiento a su vocación de servicio al ser humano a través de su impecable trabajo enfocado en la calidad y la mejora continua, es uno de los referentes más importantes de liderazgo en laboratorio de análisis clínicos del Paraguay. El mural se encuentra sobre la calle Tte. Cnel. Irrazábal de la capital (al costado del edificio de Meyer Lab).
Paulo Díaz Meyer, director ejecutivo de Meyer Lab, resaltó la entrega de la fundadora, quien revolucionó un sector de la medicina y dio impulso a un laboratorio convertido con los años en referente en el país, y logrando posicionarse por los servicios diferenciales que ofrece y su atención personalizada, con trato humano.
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Resaltó que este homenaje tiene mucho significado, porque es una muestra de gratitud a toda la labor de la fundadora, su trayectoria y contribución a la salud en el Paraguay. “Es una persona única, siempre comprometida en su rol de profesional, buscando siempre ofrecer un servicio de calidad, con un enfoque humano”, expresó el director ejecutivo de la empresa, que cuenta hoy con 200 colaboradores.
El mural
Para el efecto, se confió la tarea al reconocido muralista paraguayo Oz Montanía. Fueron meses de trabajo en equipo, pensando conceptos y desarrollando bocetos, donde lo importante era reflejar la influencia, enseñanza y legado de la Dra. María Teresa Meyer en el rubro de la salud, el país y en su familia. La obra de arte transmite detalles de su amor por la patria, la naturaleza y sus hijos, dentro de un contexto representado por el ADN humano.
