CURUGUATY (Pablo Medina, corresponsal). La cosecha de algodón correspondiente a la presente zafra arrancó la semana pasada en el departamento de Canindeyú. Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en todo el distrito se cultivó apenas 70 hectáreas, de las cuales 37 están en manos de miembros de la Federación Nacional Campesina (FNC), quienes aún consideran al textil como el principal rubro de renta. Los productores estiman un rendimiento tope de 1.500 kilos de la fibra por hectárea.
La organización campesina, desde hace cinco años, mantiene un convenio con el MAG para promover la recuperación del textil en la región.
Los productores optaron por la variedad IAN 425, considerada como la mejor para reproducción de semillas. Inicialmente, el objetivo de los acopiadores organizados fue superar la carencia de simientes, enmarcado dentro de una campaña nacional del MAG. Sin embargo, en la presente zafra (2013-2014), la organización campesina, con fuerte base en el asentamiento Huber Duré, solo pudo sembrar 37 hectáreas de las 70 cultivadas en el decimocuarto departamento de Canindeyú.
Según Máximo Heyn Wood, gerente del Centro de Desarrollo Agropecuario (CDA) dependiente del MAG, durante el proceso de desarrollo de las plantas hubo ataques de plagas que no fueron controlados, como la temible oruga de la hoja que podría disminuir el rendimiento a menos de 1.500 kilos por cada hectárea.
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El funcionario estatal recalcó que, debido a la poca extensión del textil, los técnicos pudieron focalizar en el momento oportuno las áreas dañadas, posibilitando controlar el mal.
Baja cotización
Mediante un sondeo realizado, se pudo conocer que el precio inicial fijado por los acopiadores oscila entre G. 2.200 y G. 2.500 por cada kilo, lo que anticipa un desalentador panorama para los algodoneros de la región.
Los productores aseguran que, de no darse una buena cotización durante esta zafra, habrá más pérdidas que ganancias y como consecuencia podría disminuir el cultivo del textil en próximos períodos.