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PRESIDENTE FRANCO (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). Además de entrar en contacto con la paz y las maravillas naturales, allí los visitantes pueden acceder a la que era la casa del sabio Bertoni, convertida en museo.
Llegar por magníficos senderos hasta orillas del caudaloso río Paraná es mágico.
El monumento está administrado, desde diciembre de 2014, por la fundación que lleva el mismo nombre, una organización no gubernamental que viene trabajando en el cuidado de áreas protegidas desde hace 25 años, explica la oficial de turismo de la nucleación, Margarita Ojeda Amarilla.
La reserva ecológica tiene 199 hectáreas. No se permite acampar ni cazar.
Los visitantes tienen a disposición unos guías que los acompañarán por un sendero a través del cual podrán conocer plantas exóticas y nativas cultivadas por el propio Bertoni. Monos, tucanes y otras especies de aves, venaditos, teju guasu y otros animales silvestres suelen salir al paso.
En el museo los niños tienen un espacio donde dibujar o utilizar lupas para mirar de cerca las mariposas.
En otros sectores se encuentran explicaciones sobre las plantas medicinales empleadas por Bertoni, destacándose la stevia o ka’a he’ê, cuyas propiedades las descubrió él.
El horario de atención al público, en invierno, es de 8:00 a 16:00. Más información al teléfono (0983) 501954 o en la página web www.monumentobertoni.wordpress.com.