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YGUAZÚ (Marti Bogado Villalba, corresponsal). El incumplimiento de la Policía Nacional de las órdenes de desalojo de los invasores de las fincas 80 y 240 de esta comunidad pone en jaque a unas 22 familias que viven en la colonia San Carlos del distrito de Mariscal López, que sufren las consecuencias de las ocupaciones ilegales iniciadas durante el gobierno del destituido Fernando Lugo. Los afectados asistieron a una reunión con representantes de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), en este distrito, a quienes solicitaron apoyo del gremio a su larga lucha.
Mariscal López es un distrito de Caaguazú, ubicado en el límite con Alto Paraná. Los productores indicaron que este año ya no podrán cultivar porque apenas les quedan unos días para hacerlo y la situación continúa sin resolverse. Si en la primera semana de enero no se cumplen las órdenes de desalojo, ya no podrán sembrar en el presente período, lo que sumarán nuevas pérdidas, expresaron.
Domingo Morínigo, uno de los afectados, señaló que quedan solo unas 40 personas dentro de las 350 hectáreas. Añadió que los invasores cultivan las parcelas que están ocupando a la fuerza, a pesar de que existe una orden de no innovar, pero propietarios de las tierras no pueden hacerlo.
Aseguró que los supuestos sintierras están trabajando la tierra ocupada con tractores, mientras a ellos les está vedada todo tipo de actividad laboral, porque los mismos invasores, a punta de armas de fuego, se encargan de frustrar cualquier intento de cultivo. Afirmó que además sufren por el robo de sus animales y disparos intimidatorios sobre sus casas con total impunidad, ante la nula presencia policial.
Ante esta situación ya se plantearon la posibilidad de adquirir armas de fuego para enfrentar el problema, ya que el Estado nada hace para protegerlos, advirtió.
Arminda Obregón, también afectada, indicó que los invasores son personas que antes habitaban la colonia, pero vendieron sus derecheras para irse a Chino Cue, donde también cedieron sus parcelas y volvieron a San Carlos para invadir a sus antiguos vecinos. Otros aprovechan la coyuntura para tratar de ampliar sus fincas a costa de otros.
Enzo Andolfatto mostró huellas de una herida de bala recibida en la espalda por tiradores que lo emboscaron. Refirió que el 15 de agosto de 2008, día de la asunción al poder de Fernando Lugo, fueron invadidos por un grupo más numeroso en diferentes puntos de las comunidades de San Carlos, San Lorenzo y San Marcos, que forman parte de las fincas 80 y 240 que totalizan unas 2.446 hectáreas.
El grupo de antiguos colonos, aglutinados en la Coordinadora Vecinal San Roque González de Santacruz obtuvo vía judicial la posibilidad de titular las tierras que ocupan, pero aún con esos instrumentos legales en la mano no pueden obtener el apoyo del Estado. La Policía Nacional, desde hace tres meses, no cumple la orden judicial de desahuciar a los últimos 35 ocupantes.
Antecedentes
Las invasiones en las fincas 80 y 240 ubicadas en el extremo sureste del distrito se iniciaron en el 2008. En el 2008, en la colonia Laterza Cue, también de Mariscal López, ubicada a unos 30 kilómetros de las dos fincas, se produjo el asesinato de un policía por carperos invasores que, como este caso, volvieron a invadir la antigua colonia.
El 14 de octubre del 2009, el entonces viceministro del Interior y actual ministro de esa cartera estatal, Carmelo Caballero, encabezó una comitiva interinstitucional para imponer la presencia del Estado en el distrito, según sus propias expresiones. Prometió que nunca más el municipio quedaría desprotegido y que las instituciones estatales entrarían a funcionar con normalidad.
Dejó una comisión encargada de llevar adelante el proyecto denominado “Recuperación de la Soberanía Territorial”. Quedaron encargados Fernando “Pali” Kurtz y Jorge Armadans.
Desconfianza
Tanto el abogado Mario Vega y los productores invadidos, durante la reunión con representantes de la CAP, realizado en Yguazú, recordaron que fue el propio Caballero quien se encargó de iniciar el proyecto en el que nunca se les tuvo en cuenta. Los representantes del Gobierno solo se reunían con los líderes carperos, como Francisco Peralta, ignorando sus derechos de ocupantes de más de 30 años.
Señalaron que un ministro, que siendo “vice” manejaba la ideología de la izquierda de apoyo a los carperos, no puede cambiarla al asumir como ministro. En ese sentido, manifestaron estar profundamente desalentados con la actuación del actual Gobierno en el que habían cifrado esperanzas.