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SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). Las imágenes son contundentes, porque muestran que las parcelas a orillas de los caminos empiezan a secarse por efecto de las altas temperaturas reinantes en la zona, que llegan a los 40 grados. El sector más afectado es la zona alta de Canindeyú, que concentra el 70 por ciento de los cultivos, que en todo el departamento llega a aproximadamente 700.000 hectáreas.
“Estaba muy buena la producción, pero si no llueve esta semana, va quedar pésima”, fue la contundente respuesta de Augusto Cristaldo, productor de la zona de Guadalupe, en este distrito. Varios otros productores de las localidades de Francisco Caballero Álvarez, Katueté y Nueva Esperanza coincidieron en que la falta de agua empieza a sentirse en los cultivos, sobre todo el excesivo calor que se registra a partir del mediodía.
Los afectados explicaron que la situación se pone aún más preocupante porque los plantines están en plena etapa de floración, en algunas parcelas, mientras que en otras se encuentran en etapa de llenado de granos.
“En ambos casos, la falta de agua resulta catastrófica en el rinde final de la producción”, indicó el ingeniero Enrique Gauto, titular de los agrónomos de la zona.
Gauto indicó que en la zona baja de Canindeyú la situación está bastante mejor, debido a que las lluvias son más constantes. “Esto favorece mucho, pero en este sector faltan lluvias”, agregó.
Canindeyú viene disputando el puesto de segundo mayor productor de soja en el país con Itapúa. La zona alta del décimo cuarto departamento tiene uno de las mejores tasas de rendimiento por hectárea, lo que llega a sobrepasar los 5.000 kilos si es que se registra suficiente cantidad de precipitaciones.