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“Asfalto hostia”, este es el calificativo dado a los trabajos de pavimentación que viene realizando la Comuna, desde el año pasado, con dinero de la compensación por los Saltos del Guairá.
Trabajos realizados por técnicos particulares, a pedido de ediles opositores, demuestran que la capa asfáltica encima de empedrado, que viene construyendo la Comuna, no tiene el espesor mínimo de 5 centímetros, especificado en el pliego de bases y condiciones de los “llamados a licitación”.
El resultado es el rápido deterioro que se nota en las diversas arterias que fueron beneficiadas con la pavimentación. Una de las arterias que recibió la carpeta fue la avenida Manuel Ortiz Guerrero (Calle 10), que muestra graves signos de deterioro en diversas partes del tramo.
Otra calle es “Padre Bruno Otte”, que fue pavimentada hace algunos años con recursos del Ministerio de Obras Públicas. En esa misma época recibió pavimento el tramo que conduce al aeropuerto, en la Colonia Canindeyú, que poco o nada de asfalto tiene.
Miembros de la Junta Municipal habían denunciado que el asfalto que manda construir la Municipalidad es muy fino y advertían que la consecuencia sería el rápido deterioro. La respuesta dada por la Comuna entonces es que la compra de asfalto se hace por tonelada y no por centímetros de calles pavimentadas.