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JUAN LEÓN MALLORQUÍN, Dpto. de Alto Paraná (Sara Fleitas Riveros, corresponsal). Los vecinos anunciaron que no van a permitir que se sigan depositando residuos en el lugar, si es que no se procede al reciclaje, así como lo había prometido el intendente Mario Noguera (PLRA).
Los pobladores cuentan que las basuras se arrojan directamente a una zanja ubicada detrás del galpón de reciclaje, como si se tratara de un vertedero común; sin la separación de latas, envases, bolsas de plástico, vidrios y restos de alimentos, como debería de ser en un relleno sanitario.
La falta del tratamiento residual correcto trae como consecuencia el olor nauseabundo que inunda todo el barrio, como también la proliferación de moscas, mosquitos y todo tipo de alimañas que también se esparcen por la compañía, recalcaron. Todo esto genera un ambiente insalubre y los pobladores afectados amenazaron con evitar que el camión recolector de basuras ingrese al sitio.
El intendente Noguera dijo que la empresa encargada del servicio de recolección de basura domiciliaria carece de la cantidad necesaria de funcionarios para el trabajo de reciclado. Es por ello que se ven obligados a tirar las basuras en el pozo y taparlas con tierra, reconoció.
“Además, muy pocas personas son los que están al día con sus cuotas”, intentó excusarse el jefe comunal. El canon mensual por el servicio es de G. 25.000.
La construcción del relleno sanitario de la municipalidad demandó una inversión superior a los G. 1.000 millones. La Itaipú Binacional aportó G. 506 millones para el emprendimiento, en tanto que la contrapartida de la comuna local fue de G. 500 millones.