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COMPAÑÍA ÑANDUROKÁI, distrito de Villa Ygatimí. Dpto. de Canindeyú (Alberto Núñez Barreto, corresponsal). La subcomisaría 22ª de esta localidad funciona en medio de múltiples precariedades. Está equipada con una motopatrullera y tiene solo tres precarias habitaciones, y su estructura de madera está en pésimo estado.
Las maderas están carcomidas y representan un peligro para los cuatro efectivos policiales asignados en el sitio. La oficina de guardia funciona en el pasillo del local y en días de lluvia los uniformados no tienen lugar para atender a la gente.
La sede policial fue construida hace 40 años aproximadamente y en raras ocasiones recibió algún tipo de refacción, pero por partes, sin dar una solución integral.
El actual titular de la dependencia policial, suboficial Juan Sotelo, señaló que está al frente de la subcomisaría desde el miércoles pasado y ahora comenzará con los trámites para conseguir mejoras. “Yo soy nuevo acá, pero al parecer existe un proyecto para la construcción de un nuevo local policial”, expresó.
Otro puesto
El puesto policial N° 7, situado en la localidad de Siete Montes, distrito de Curuguaty, casi en el límite con Villa Ygatimí, también se encuentra en deplorables condiciones. La estructura de madera está carcomida por termitas y en los días de lluvias no es que gotea, sino chorrea, según los vecinos que en muchas ocasiones ayudan a los efectivos policiales.
Este puesto policial cuenta con una patrullera, pero que no se encuentra en perfectas condiciones como para acudir a una urgencia.
Las dos unidades policiales se encuentran en una considera zona roja, porque está sobre la llamada “Ruta del narcotráfico” como también del tránsito de vehículos ilegales provenientes del lado brasileño por Ypejhú.
Los pobladores pidieron al Ministerio del Interior más apoyo para los puestos.