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YGUAZÚ (Sara Fleitas, corresponsal). La finca de don José está ubicada en el barrio Santo Domingo, a 3 km de la Ruta VII, lado norte del casco urbano de esta ciudad. De las 24 hectáreas y media que posee utiliza unas 7 para la producción.
Actualmente cuenta con 11.000 plantas de tomate, de muy buena calidad, de las cuales unas 4.000, de la variedad dalba, están en plena etapa de cosecha y unas 7.000 de la variedad Karina, a ser cosechadas en dos meses más.
También unas 7.000 plantas de locote de excelente calidad, bajo invernadero, y cuenta con 3.500 plantas de melón japonés, que se cosecharán en la primera quincena de diciembre, y otras 5.000 más en etapa de preparación.
Otro de los rubros es el pepino, cuenta con 5.000 plantas y empezará a cosechar en 15 días más. Toda la producción va a los mercados de Asunción y Encarnación y, en algunos casos, la venta la realiza en la propia chacra.
“Hace 20 años que trabajo en esto y puedo decir que el resultado es bueno. Tengo cuatro hijas, dos ya son profesionales, otra está en la facultad, y todo mediante la producción de hortalizas”, expresó orgulloso don José.
Dispone de 12 ayudantes, a quienes remunera en forma semanal. Además del pago por mano de obra, la labor demanda otros gastos, como invernadero, media sombra, sistema de riego, cobertura plástica en las parcelas, entre otros.
Precios inestables
El horticultor lamentó la inestabilidad en los precios, hecho que atribuyó directamente a la excesiva cantidad de hortalizas que ingresa a nuestro país, sea por contrabando o por la Acreditación Fitosanitaria de Importación (Afidis) que el Senave otorga a los grandes importadores, lo que perjudica la producción.