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El tramo tiene aproximadamente tres kilómetros en una zona baja que en días de lluvia se inunda completamente. El sitio necesita un terraplenado, trabajos de canalización y dragado del arroyo que cruza la arteria en el kilómetro dos, además de un puente para que los lugareños puedan movilizarse de un sitio a otro.
En días de lluvia, el arroyo anega totalmente el tramo y deja aislados a pobladores ubicados más allá del kilómetro 2 hasta el río Monday, que sirve de divisoria con el distrito de San Cristóbal. En ese distrito existen unas 11 comunidades ribereñas que utilizan la mencionada vía para acceder a la Ruta VII, distante apenas 17 kilómetros del lugar.
Para tratar de evitar el aislamiento, la Municipalidad de San Cristóbal instaló una balsa para el cruce del río, pero el estado del camino dificulta enormemente la salida de los pobladores.
Durante el gobierno anterior, ambos municipios solicitaron al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones una solución al problema. El entonces ministro Efraín Alegre (PLRA) había prometido iniciar los trabajos, pero dejó la cartera antes de poder cumplir lo prometido. Su sucesor, Salyn Buzarquis (PLRA), llamó a licitación, pero una sola empresa se presentó y su oferta fue de G. 8.000 millones para un tramo de 6 kilómetros, por lo cual fue declarado desierto el proceso licitatorio.
El intendente de Mallorquín, Mario Noguera (PLRA), indicó que volvió a solicitar el mejoramiento vial al actual gobierno y que le prometieron que se realizaría el llamado a licitación dentro de unos meses.
Al respecto intentamos conversar con el ministro Ramón Jiménez Gaona, pero nos indicaron que no podía atendernos y tampoco nos dieron datos del proyecto.