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COMPAÑÍA ÑANDUROKÁI, distrito de Ypejhú, Canindeyú. (Alberto Núñez Barreto, corresponsal). La sede de la subcomisaría 22ª presenta un estado deplorable porque hace más de 20 años no recibe mantenimiento, expresaron los pobladores. Indicaron que con la construcción de la nueva ruta asfaltada, tramo Curuguaty-Ypejhú, el local queda más visible y se puede notar cómo las paredes están carcomidas por termitas, carente de pintura y otros detalles.
Los efectivos policiales asignados en el sitio no quisieron brindar declaraciones. Sin embargo, es evidente que la sede policial actualmente representa un verdadero peligro para ellos.
Además, el local es pequeño y no existen las mínimas comodidades para cumplir con sus funciones a cabalidad. En la subcomisaría no hay una oficina de guardia, y los efectivos deben recibir las denuncias en forma improvisada en un pequeño pasillo.
La sede policial tampoco cuenta con patrullera; solo hay una motocicleta que funciona a medias. La zona es conocida por el tráfico de marihuana y el ingreso de diversos productos de contrabando provenientes del Brasil.
En la sede policial están asignados cinco efectivos policiales, que en muchos casos deben recurrir a vehículos particulares para cubrir la zona.
Los pobladores urgen al Ministerio del Interior o la Comandancia de la Policía a construir una nueva sede, como también a la dotación de más comodidades. Asimismo, apelan a que la empresa a cargo de la construcción de la ruta asfaltada, Tecnoedil SA, pueda colaborar para la edificación de un nuevo local con material cocido.
Por su parte, el gerente técnico de la empresa constructora, ingeniero Ricardo Centurión, señaló que la contratista no tiene contemplado construir un nuevo local para la subcomisaría, “pero la Policía Nacional puede realizar su pedido al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), y si nos piden, con mucho gusto vamos a ayudar. La solicitud también se puede hacer en el Departamento de Fiscalización de Obras en Villa Ygatimí”, señaló.