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JUAN LEÓN MALLORQUÍN (Sara Fleitas, corresponsal). La construcción del relleno sanitario de la Municipalidad local, administrada por Mario Noguera (PLRA), costó más de G. 1.000 millones, unos G. 506 millones provino de la Itaipú Binacional y G. 500 millones fue la contrapartida de la Comuna para la compra del predio y los trámites para cumplir con todas las exigencias de la Secretaría del Ambiente (Seam).
El vertedero fue inaugurado el 6 de mayo del año pasado con el calificativo de “modelo”, pero apenas hace dos meses entró en funcionamiento.
En este corto lapso de funcionamiento, ya genera innumerables quejas de los pobladores, quienes alegan que la basura expide olores nauseabundos y las bolsas de plásticos se esparcen en los terrenos colindantes con cada viento fuerte.
Según las denuncias, los residuos son depositados en un gran pozo, sin la separación de latas, envases, bolsas de plástico, vidrios y restos de alimentos, tal como anunció el propio el jefe comunal durante el acto de inauguración.
En la ocasión, Noguera dijo que el relleno iba a ser modelo y se realizaría la separación de los desechos para el posterior reciclaje. Sin embargo, no se cumplió.
Los vecinos también expresaron que el predio no cuenta con una persona para la custodia, lo cual permite que cualquiera llegue hasta el sitio para arrojar sus desperdicios, y que lo haga indebidamente.
Según señalaron, el tinglado, en cuyo interior se debía realizar el trabajo del reciclaje, está abandonado y nunca se utilizó. Varias cubiertas viejas se tienen a la intemperie sin ningún tipo de cobertura, lo que favorece el cúmulo de agua en días de lluvia, expresaron.
Asimismo, indicaron que, curiosamente, en el predio municipal de diez hectáreas se tienen cultivos de maíz en plena etapa de crecimiento.