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SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). El operativo Ágata VIII, que consiste en la instalación de controles en varios puntos fronterizos del país, está a cargo de los militares de la 15ª Compañía de Infantería Motorizada con el apoyo del 30º Batallón de Apucarana en la ciudad de Guaíra, Brasil, según indicó el comando central del denominado “Operação Ágata VIII”.
El cuartel general de los militares brasileños fue establecido unos 100 kilómetros de la frontera, en el parque de exposiciones “Darío Pimenta de Nóbrega”, ubicado en la ciudad de Umuarama, donde permanecerán hasta fines de mayo con desplazamiento en toda la frontera sobre el río Paraná, desde Foz de Yguazú, hasta Guaíra.
El comando superior de este operativo está a cargo del Ministerio de Defensa, Ejército, la Marina, la Aeronáutica y la Policía Federal del vecino país. El objetivo fundamental es combatir actos ilícitos de naturaleza fronteriza como el contrabando y el tráfico de drogas y armas.
El coronel Marcio Passos Tiberio, comandante del 30° Batallón de Infantería Mecanizada de Apucarana, dijo que participan de este operativo más de 3.000 militares, que están distribuidos a partir de un estudio de inteligencia previo mapeo de las principales rutas del contrabando desde nuestro país hacia el Brasil.
Según el oficial, el operativo no se limita a la frontera común con Paraguay, sino con todos los países del Mercosur a fin de prevenir actos ilícitos o ingreso de mercancías prohibida, en el marco del sistema de seguridad relacionada a la realización de la Copa del Mundo.
Si bien los militares se limitan a solicitar documentos personales y de vehículos, el efecto inmediato del operativo es la drástica caída de las ventas en el comercio fronterizo. En Salto del Guairá se estima una disminución de hasta el 30 por ciento como efecto directo de los controles reforzados.
Contrabando cero
El sector más afectado, sin embargo, no es el comercio regular. La paralización es total en el envío de mercaderías de contrabando, tanto por el río como por la frontera seca, mientras dura el operativo.
En toda la frontera con el vecino país, la actividad económica es sustentada por el contrabando a gran escala de productos como el cigarrillo, productos electrónicos, informáticos y otros, que son introducidos al territorio brasileño por vías alternativas a las rutas convencionales.
Este sistema de comercialización irregular llega a significar hasta el 50 por ciento de los negocios fronterizos, según informaron fuentes de seguridad del vecino país.