Cargando...
VILLA YGATIMÍ. Canindeyú (Alberto Núñez, corresponsal). El camino de tierra tiene 50 kilómetros de extensión, y después de cada lluvia importante se llena de lodazales y los automovilistas experimentan una odisea para poder llegar a destino. Numerosos vehículos quedan varados por horas en el trayecto y obstaculizan la circulación de otros rodados.
Varias comunidades rurales quedan semiasladas después de cada precipitación importante. A pesar de eso, las autoridades municipales, departamentales y nacionales no demostraron interés en realizar mantenimientos necesarios en el importante tramo rutero.
Gustavo Benítez, un conductor de un minibús que llevaba pasajeros a Ypejhú, relató que los automovilistas deben viajar munidos de palas y azadas para realizar improvisadas reparaciones en el camino para avanzar con el desastroso estado de la vía.
Se quejó porque las municipalidades afectadas, Gobernación de Canindeyú y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) no destinan equipos viales a la zona. Agregó que propietarios de automóviles se llevan la peor parte, debido a que se quedan varados y luego de ser remolcados quedan deshechos.
Los conductores que llevan cargas de cualquier tipo contratan los servicios de tractores particulares de la zona para asegurar llegar a destino.
Tardó varias horas
Días atrás una ambulancia al servicio del centro de salud de Villa Ygatimí, que trasladaba tres enfermas, una de ellas con neumonía grave, tardó varias horas en llegar al hospital distrital de Curuguaty. varios camiones varados por el trayecto obstruyeron el paso del móvil de emergencia.
El MOPC proyecta desde hace años asfaltar el trayecto de 90 kilómetros que une Curuguaty con Ypejhú, que atraviesa Villa Ygatimí. Lamentablemente, se atrasa el inicio de las obras.