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JUAN LEÓN MALLORQUÍN (Marti Bogado Villalba, corresponsal). La docente falleció en Asunción y su cuerpo llegó a esta ciudad a las 22:00. Fue recibida por una multitud que lloró su pérdida. El sábado, a partir de las 14:00, comenzó el homenaje de la comunidad en el polideportivo del colegio Espíritu Santo. El ataúd fue recibido en este lugar por un cordón integrado por sus alumnos, quienes estuvieron vestidos para danzar.
Se entonaron cánticos y sus alumnos y ex alumnos presentaron algunas actuaciones que contenían las coreografías diseñadas por la docente. Los alumnos recordaron a su querida maestra con carteles que indicaban las cualidades que la adornaron en vida. Alegría, creatividad, espíritu juvenil y comprensión, fueron algunas palabras que se dibujaban en algunos carteles.
Lina se inició en la docencia en el Colegio Nacional Ka’arendy y ahí se acogió a los beneficios de la jubilación en el año 2005. También ejerció la docencia, especialmente de danza, en el colegio Espíritu Santo, en la Escuela Municipal de Danza, en la Escuela de Danza de la Coopeduc e integró el Elenco Teatral Tekove Poty.
Varios oradores ensalzaron las virtudes que adornaron en vida a Lina Aguilera, entre ellas la gran alegría, el dinamismo y el cariño con que abrazó la carrera docente. Señalaron que deja un gran vacío que al mismo tiempo se llena con su gran tarea de docente y artista que perdurará en el recuerdo de los mallorquinos. El padre Alfredo Haurón oficio la misa.
Se entonaron cánticos y sus alumnos y ex alumnos presentaron algunas actuaciones que contenían las coreografías diseñadas por la docente. Los alumnos recordaron a su querida maestra con carteles que indicaban las cualidades que la adornaron en vida. Alegría, creatividad, espíritu juvenil y comprensión, fueron algunas palabras que se dibujaban en algunos carteles.
Lina se inició en la docencia en el Colegio Nacional Ka’arendy y ahí se acogió a los beneficios de la jubilación en el año 2005. También ejerció la docencia, especialmente de danza, en el colegio Espíritu Santo, en la Escuela Municipal de Danza, en la Escuela de Danza de la Coopeduc e integró el Elenco Teatral Tekove Poty.
Varios oradores ensalzaron las virtudes que adornaron en vida a Lina Aguilera, entre ellas la gran alegría, el dinamismo y el cariño con que abrazó la carrera docente. Señalaron que deja un gran vacío que al mismo tiempo se llena con su gran tarea de docente y artista que perdurará en el recuerdo de los mallorquinos. El padre Alfredo Haurón oficio la misa.