Joven esteña conmociona al país al amamantar a un bebé rescatado

Una joven esteña, que trabaja en el microcentro de la ciudad, demostró el fin de semana uno de los más grandes gestos de solidaridad y amor al prójimo. Se trata de Lilian Veloso, que sin pensar dos veces decidió amamantar a un bebé indígena de unos ocho meses. El infante fue rescatado de las calles junto con una niña de 9 años. El niño presentaba signos de desnutrición severa y problemas respiratorios.

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CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). La conmovió al país y a la vez puso en el debate la situación de extrema pobreza y abandono en que viven muchos niños en nuestro país.

La joven, de 23 años, relató a ABC Cardinal que vio en las calles del microcentro al bebé de aproximadamente ocho meses de vida, en un avanzado estado de desnutrición y con problemas respiratorios. El chiquito recorría atado a la cintura de una niña indígena de alrededor de 9 años que así subía y bajaba escaleras pidiendo limosnas.

Veloso contó que no soportó ver la situación y se acercó al bebé, decidida a amamantarlo. “Ya no tenía ni ganas de llorar de tanta hambre que tenía. Tenía solo cuatro kilos”, relató ella, quien opinó que “le usaban al bebé para lucrar; eso es evidente”.

La joven y sus compañeras de trabajo después lo bañaron, ya que se encontraba extremadamente sucio, y luego volvieron a alimentarlo con leche materna.

Las trabajadoras del microcentro alertaron de la situación en que se encontraba el chiquito a los responsables de la Codeni (Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente), quienes intervinieron en el caso y trasladaron al bebé al hospital regional, donde quedó internado. Horas después encontraron a su mamá en una comunidad indígena y la llevaron al nosocomio, junto al niño.

El gesto de Lilian, que salvó al bebito, conmovió a la población esteña y nacional, que consideró que amamantar en ese momento salvó al niñito y demostró que el amor al prójimo y la solidaridad siguen siendo característica de los paraguayos.

Además, muchos cuestionaron lo poco efectiva que son las políticas públicas tendientes a disminuir las condiciones de extrema pobreza y abandono en que viven muchos niños en nuestro país, principalmente aquellos que son de origen indígena.

En Ciudad del Este varios son los pequeños que recorren solos las calles pidiendo limosnas, sin el acompañamiento siquiera de algún familiar. Periódicamente ellos son llevados por algunos funcionarios de la Comuna y el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) a sus respectivas comunidades de origen, pero retornan al poco tiempo.

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