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YGUAZÚ (Sara Fleitas, corresponsal). Las celebraciones arrancaron el pasado 23 de abril con el novenario, que concluyó el sábado último.
Todos los días, luego del rezo del santo rosario, se realizaba la misa, cuyas reflexiones estaban a cargo de distintos movimientos cristianos.
El domigo 1, la misa fue celebrada por el fray Silvestre Müller, encargado de la parroquia. Posteriormente se realizó la procesión de la sagrada imagen por las principales calles de la ciudad.
La comunidad acompañó con cánticos y rezos esta tradicional recorrida.
Los festejos continuaron con un bingo, venta de comidas típicas y asado a la estaca, evento que se realizó en el predio de la capilla. Todo lo recaudado será destinado a los gastos y mantenimiento del recinto parroquial.
Durante la homilía, el cura párroco instó a los presentes a que procuren vivir siempre el amor misericordioso con los demás y la paz que viene de Dios, transmitida por Jesús.
Además pidió a los feligreses, que al igual que San José Obrero, luchen para hacer crecer a sus hijos no sólo en estatura sino en sabiduría y gracia.
“San José tuvo una misión sencilla, pero importante: la guarda de Jesús. Él fue el responsable de su crecimiento en edad, sabiduría y gracia. Seamos como él, modelo de educadores de nuestros hijos”, aseveró.
Desde los inicios de la colonia Yguazú, hace 24 años, en el lugar se construyó una capilla con el nombre de San José Obrero, que el 28 de febrero de 2007, por disposición del monseñor Ignacio Gogorza, fue elevada a categoría de parroquia. Actualmente administra unas 23 capillas.
El fray Alejandro Gregorek administró el templo durante 8 años, antes que el fray Müller.
La parroquia está a cargo de la congregación de los Agustinos Descalzos, quienes además fundaron la escuela católica San Agustín, que alberga diariamente a unos 233 alumnos desde el jardín hasta el séptimo grado.
La congregación tiene también a su cargo el Seminario San Ezequiel Moreno, donde estudian unos diecinueve seminaristas.