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Por resolución N° 172, se rinde homenaje póstumo a Albino Quiñónez, en reconocimiento a su trayectoria y legado cultural como música y arpista, cuyo prestigio sigue siendo reconocido más allá de nuestras fronteras, reza el documento oficial emanado de la Cámara Baja de nuestro país.
Recibieron la distinción sus principales allegados, su viuda, doña Petrona Bobadilla Vda. de Quiñónez, y su nieto Marcelo Ojeda, quien en homenaje a su abuelo y primer maestro en la ejecución del arpa creó la casa del arpista, rincón de encuentros de artistas y bohemios.
Don Albino Quiñónez, nacido en Itapé, departamento del Guairá, un 5 de febrero de 1927, desde muy chico abrazó el arpa, que finalmente lo llevó por el mundo como embajador de la música paraguaya. Integró el Trío Olímpico en 1948, y fue a representar al Paraguay en los Juegos Olímpicos de Londres ese año, además fue el primer conjunto de polcas en pisar suelo europeo.
En 1983 recaló en Salto del Guairá, donde junto a su esposa, doña Petrona Bobadilla, residieron por todos estos años.
Autores Paraguayos Asociados (APA) registró 31 obras creadas por Albino Quiñónez, entre ellas “Petronila”, “Trompo’i jeroky”, “Tuka’ê kañy”, “Arriero tie’ÿ”, entre otras grandes composiciones que quedaron como legado.
La resolución 172 también propone a la Dirección Nacional de Correos del Paraguay la emisión de sellos postales en homenaje al señor Albino Quiñónez.