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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). El 1 de enero pasado, la directora de Acción Social de Itaipú Binacional, Deolinda Vallejos, recorrió las zonas bajas del barrio San Rafael para informar que el río Paraná y el arroyo Acaraymí subirían aún más. Las aguas que en noviembre habían comenzado a crecer ya bajaban y había algunas familias que habían retornado a sus hogares, pero debieron salir de nuevo.
En total, Vallejos afirma que son entre 50 y 60 las familias afectadas por estas cíclicas crecidas del río Paraná y su afluente el Acaraymí, y que a todas ellas se les asiste con carpas, alimentos y el traslado de sus muebles a áreas más altas. Empero, en San Rafael aseveran que los damnificados superan las 100 familias y que la ayuda que reciben no es suficiente y no llega a todos los afectados.
El Paraná subió a 115,50 metros este fin de semana, según Meteorología de Itaipú, siendo que a partir de los 109,90 metros se inunda la primera casa en San Rafael. El agua pasó por encima de la avenida principal y también sobre el puente Acaraymí, cortando el barrio en dos. Los vecinos solo pueden atravesar la zona por medio de botes y el servicio cuesta 2.000 guaraníes.
Muchas casas quedaron bajo agua y apenas se ven los tanques de agua y los focos en los techos, que incluso con el peligro que representan aún reciben energía eléctrica. La basura también es de notarse. Bolsas repletas de todo tipo de desechos y botellas de plástico flotan por doquier.
Adolescentes de 14 a 16 años cuentan que viven en la zona desde que nacieron y que ya no les sorprende lo que ocurre, sino que están acostumbrados.
La escuela San Rafael es, hace más de un mes, la morada de 9 familias, quienes viven en distintas aulas. En la cancha del club Lenteros Unidos, otras tres familias se acomodan bajo carpas, al igual que ocurre con alrededor de seis familias que viven en el predio de la subseccional.
Los vecinos afirman que esta es la cuarta vez, en el último año, que son víctimas de la inundación.
Los afectados piden que las instituciones del Estado les provean de un lugar más alto donde puedan ser reubicados de manera definitiva.