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CURUGUATY, Canindeyú (Alberto Núñez, corresponsal). En un conocido barrio de esta ciudad, una familia decidió implementar una novedosa producción de lechuga al agua sin la utilización de ningún tipo de tierra al mejor estilo de China, Japón y otros países. Lechuga hidropónica se denomina técnicamente el producto, indicó Claudio Acosta, uno de los encargados de este tipo de trabajo, bastante inusual en esta parte.
De acuerdo a las explicaciones de uno de los productores de este tipo de lechuga, en el barrio Industrial de Curuguaty la inversión para implementar este sistema fue millonaria, pues el montaje es enorme: además de las instalaciones de las cañerías, es necesario contar permanentemente con agua. “Tiene varios procesos para producir de esta manera, porque no usamos tierras ni nada como en las huertas”, refirió Claudio Acosta.
“Tiene todo su proceso para que en el día de la cosecha esté a punto para comercializarla. Nosotros colocamos en un tanque de agua todos los micronutrientes como fosfato, nitrógeno, calcio, entre otros, para de esa manera cumplir con los requisitos y poder obtener una producción efectiva. Actualmente tenemos alrededor de 6.000 plantas de lechuga que se encuentran en diferentes etapas, hay una partida a ser comercializada a corto plazo”, señaló.
Dos cosechas al mes
El ciclo de cultivo y posterior venta es de 45 días, pero depende de la planificación el que se cosechen incluso hasta dos veces en un mes. “Es un rubro muy rentable. Tenemos una venta directa de 400 unidades por día, que van a los diversos supermercados, verdulerías y otros clientes”, explicó.
Para montar el invernadero rústico, invirtieron unos G. 35 millones; el primero fue hace 6 meses, y cuenta con 12 mesas de diversas categorías. Este sistema fue implementado gracias al ingeniero Natalio Rojas, el pionero en este rubro.