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Por primera vez, pudieron estar todos sus hijos: Santiago (75), quien reside en la compañía Arruá’i de Itá; Ignacio (63), de la ciudad de Juan E. O’Leary; y Librada (56), de esta localidad.
Luego del almuerzo, los presentes corearon la canción “¡Que los cumplas feliz!” al héroe de la Guerra del Chaco, quien se mostró muy emocionado. En ese momento dijo que cumplirá muchos años más, ya que se siente muy sano.
Acerca del secreto para una larga vida, indicó que es comer alimentos saludables y evitar el consumo de las comidas chatarra, así como el exceso de bebidas alcohólicas.
Doña Juana, su esposa, nos comentó que el tradicional desayuno de su marido es cocido con maní molido y tostado, mientras que para el almuerzo generalmente opta por comidas típicas como caldo de gallina, vorivori y so’o apu’a y demás.
Don Francisco recordó que cuando tenía 19 años se decretó la obligatoriedad de ir a la guerra, y no tuvo otra opción que acudir al llamado por la defensa de la patria.
Los estudiantes y docentes de Mallorquín lo consideran una reliquia viviente, por lo que habitualmente lo visitan cada 12 de junio, el 29 de setiembre y en el día de su cumpleaños.