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Alfredo Meza, presidente del gremio que reúne a los vendedores de la vía pública, dijo que la situación que vienen atravesando los informales no es nada alentador. Expresó que con las ventas actuales solo logran sobrevivir.
A su turno, Tony Santamaría, dirigente de la Fedecámaras, dijo que existen pocas esperanzas de que los brasileños puedan rever su posición y mantengan la cota en 300 dólares; y menos aún que eleven la cuota de compra a 500 dólares, como se les planteó a los organismos del vecino país.
Dijo que deben ser realistas y asumir el estado actual de cosas. Explicó que el problema existente en las actividades comerciales no solo es por la reducción de la cota de compras, sino también de la pérdida del valor adquisitivo de la moneda brasileña frente al dólar norteamericano.
El empresario lamentó que los pequeños negocios, sin las condiciones económicas para enfrentar la crisis y esperar mejores épocas, se verían obligados cerrar sus puertas.
“Vendrán los despidos debido a los ajustes administrativos que se verán obligados a realizar los comerciantes. Habrá un máximo esfuerzo para colocar la actual existencia y evitar las mercaderías desfasadas”, vaticinó.
Sostuvo que las autoridades departamentales ya hicieron lo posible para revertir la situación. “No podemos pedir más”, dijo el presidente del gremio que reúne a la Cámara de Comercio de Tecnología de la Información (CCTI) y al Centro de Importadores de Electrónica y Electrodomésticos del Paraguay (CIEEP).
Armando Nasser, del grupo empresarial Stile Arts Xtras SA (SAX), calificó como “desastroso” el momento actual del comercio esteño y reclamó más acción de las autoridades nacionales, comunales y departamentales.
La reducción de la cota de compras de los 300 dólares a 150 dólares entra en vigencia en julio próximo, y también se anuncia la apertura de los free shops (tiendas libres de impuestos) en Brasil.