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YGUAZÚ (Sara Fleitas, corresponsal). Atilano Villalba es un nativo de la parcialidad Mbya Guaraní que desde niño se dedica a los trabajos artesanales. El oficio lo heredó de su madre, Lorenza Benítez, quien a su vez aprendió de sus padres todas las técnicas para la elaboración de su artesanía.
Ambos, madre e hijo, viven en la comunidad indígena Remanso Toro, a unos 14 km de la Ruta VII “Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia”, a orillas del río Monday, y continúan elaborando el arco con la flecha y la cerbatana (armas que utilizaban sus ancestros para cazar animales silvestres).
Además, fabrican collares y pulseras de semillas, forrado de termos y botellas, y el mimby o flauta.
Los materiales que utilizan para preparar sus artesanías son el tacuarembo, el guembepi, hy’akua y semillas de una planta cuyo nombre es “lágrima de virgen”. Atilano aseguró que sus trabajos son muy requeridos por los turistas en la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, principalmente los elementos decorativos.
Dijo que los collares y la flauta venden a los argentinos a 15 pesos cada uno, mientras que el arco con la flecha y la cerbatana, a 50 pesos cada uno.
Explicó que en agosto de cada año exhibe también sus productos en la Expo Yguazú. Sus novedosas creaciones son una opción válida para regalar a seres queridos o para la decoración.
Por otro lado, Atilano lamentó que no reciba capacitación de parte de las autoridades locales y departamentales, para que puedan mejorar sus creaciones.
“Nosotros creamos, pero necesitamos que nos enseñen a aplicar otras técnicas para que podamos mejorar”, dijo el nativo.
No obstante, Atilano se encarga de enseñar lo que sabe en la escuela indígena de la zona.