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SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). El movimiento fue normal y hasta sorprendió la buena afluencia, ya que se esperaba una drástica disminución del ingreso de compristas en esta ciudad debido a la fuerte presencia militar en los caminos brasileños, al otro lado de la frontera. La operación militar “Ágata 11”, que arrancó hace 15 días, por ahora solo afecta a los contrabandistas que operan por el río Paraná y por las vías no habilitadas de la frontera seca, según los datos.
Los propios brasileños aseguran que la intención de la presencia militar reforzada en la frontera con nuestro país no busca ahuyentar a sus compatriotas. Sino a los traficantes de drogas y armas que operan clandestinamente.
Asimismo, la gran preocupación por ahora es la baja de la cota, de 300 dólares a 150 dólares. Si bien hasta ahora no existe una manifestación del Gobierno brasileño al respecto, la medida se había pospuesto en el 2015 hasta el 1 de julio de este año.
Sin embargo, según datos que manejan los comerciantes, el actual gobierno del Brasil tiene buena predisposición para que se mantenga la cota de 300 dólares. Incluso, existiría un planteamiento que está siendo analizado para que aumente dicho monto a 450 dólares, “para disminuir el contrabando desde los países limítrofes con el Brasil”.
Dicha propuesta fue presentada al ministro de Hacienda del vecino país, Henrique Meirelles por el vicepresidente de la cámara de diputados, Fernando Giacobo. Este último aseguró que Meirelles se mostró favorable en la no reducción de la cota y que estudiará incluso el aumento planteado.
El comercio local experimentó desde la segunda quincena de mayo un leve repunte. La instalación de ejército en la frontera, junto a la Receita Federal (Aduana) y otras entidades tampoco perjudicó ese movimiento.