Visita al pediatra

La nueva rutina que supone el inicio de clases conlleva la práctica de ejercicios y deportes. Para tranquilidad de todos conviene agendar una consulta con el pediatra y descartar patologías silentes.

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Uno de los mejores regalos que le darás a tus hijos es una vida saludable que será la base de su desarrollo. A inicios de clase en la mayoría de las escuelas una visita a su médico es recomendable. No son pocos los esfuerzos que se realizan en educación física, por ello es mejor que descartemos patologías silentes, y acompañemos a los chicos.

La doctora Julia Coronel, pediatra, responde en esta nota.

–¿Qué controla la pediatra en los niños que van a iniciar la escuela?

–Los profesionales de la salud y profesores de educación física deben conocer los riesgos y trastornos relacionados con las distintas prácticas y modalidades, los efectos derivados de las características ambientales (temperatura, clima, polución, terreno, etc.) y los diferentes errores metodológicos de las clases de educación física.

Al niño que inicia la escuela se deben evaluar sus antecedentes personales como enfermedades previas, por ejemplo soplos, convulsiones, hipertensión. Se controla si se realiza alguna actividad física, tiempo y frecuencia. Además se investiga si durante la actividad física presenta algún síntoma o signo de desvanecimiento o cansancio inusual.

–¿Se indagan los antecedentes familiares?

–Sí, se indagan los antecedentes familiares: como muerte súbita en parientes menores de 50 años, afección cardiaca, cardiopatías congénitas, arritmias, hipertensión arterial, diabetes, obesidad, antecedente de Síndrome de Marfan –un trastorno del tejido conectivo, formado por las proteínas de la piel, los huesos, los vasos sanguíneos y otros órganos–, así como miocardiopatía hipertrófica.

En cuanto a la exploración física: se deben registrar el peso, la talla y el índice de masa corporal (IMC), anotando el percentil. El IMC se puede utilizar para identificar niños y adolescentes con sobrepeso, obesidad o desnutrición.

También se exploran anomalías esqueléticas: cifosis, escoliosis, pectus excavatum o carinatum. Estigmas del síndrome de Marfan, presión arterial con el manguito adecuado a edad y tamaño del niño, se controla los pulsos y ausculta el corazón.

–¿Qué estudios indicará?

–Laboratorio, electrocardiograma (ECG), radiografías, ecocardiografía, tomografía y otras pruebas que se deben realizar de acuerdo a situaciones específicas y a criterio de la evaluación del médico tratante.

–¿Cuándo enviará al paciente a un especialista?

–En caso de detectar alguna anomalía durante la consulta, ya sea en los antecedentes personales o el examen físico, deberíamos derivar al especialista.

Los eventos cardiovasculares relacionados con la actividad deportiva son afortunadamente muy poco frecuentes en la edad pediátrica.

Consejos a padres primerizos

-Los padres realizarán un control médico a sus hijos al menos una vez al año. Es importante practicar regularmente actividades físicas recreativas y deportivas como juegos, desplazamientos movilizando las piernas y brazos o ejercicios programados, durante un mínimo de 60 minutos por día en la escuela, con la familia o en el barrio. Incluir en la sesión de educación física actividades aeróbicas diarias, para mejorar la salud cardiorrespiratoria y actividades vigorosas, tres veces a la semana, para fortalecer los músculos y huesos. Cuidar la higiene personal mediante un baño luego del ejercicio, secando los pliegues cutáneos con toalla limpia y propia, lo cual es higiénico y relajante. No olvidar mantener las uñas de las manos y pies cortas y limpias.

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