Una pareja se construye

Las parejas se forman por distintos motivos, pero si se pretende perdurar y ser feliz, el trabajo empieza y continúa a lo largo de la relación. Las personas cambian y tienden a alejarse del otro en descuidos, que tarde o temprano perjudican.

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La doctora María Mayeregger, médica sexóloga, refiere lo que hay que saber en relación a una pareja. 

–¿La sexualidad y la plenitud sexual en una pareja se construye? 

–Sí, se construye. Al comienzo de la relación, fluye espontáneamente la pasión, pero a medida que pasa el tiempo, lo cotidiano, las pantallas de los celulares, el internet, nos atrapan, y descuidamos las prácticas afectivas sexuales que mantienen las “chispas” que iluminan el camino erótico hacia el otro.

–¿Qué conspira contra la convivencia?

–La ignorancia y los prejuicios acerca de nuestro potencial afectivo sexual. Esto se manifiesta en que ambos miembros de la pareja se conocen muy poco, no se preguntan qué necesitan, por cuánto tiempo necesitan un estímulo sexual.

–¿Cambian las costumbres sexuales a través de los años?

–Sí, cambiamos integralmente nuestro cuerpo, nuestras expresiones afectivas, nuestros pensamientos y lo que hacemos, nuestras conductas. La ciencia médica colabora muchísimo en los cambios del cuerpo; por ejemplo, con el viagra para los varones, los estrógenos y lubricantes para la vagina; pero la sociedad no nos empodera para buscar lo mejor para los encuentros sexuales.

–¿Qué ocurre cuando los dos han olvidado los juegos previos?

–Todo contribuye a focalizar la atención en los genitales, descuidando el aporte profundamente humano de las miradas, las caricias, las palabras, los sabores de los besos, el aroma de la piel, que nos ofrecen nuestros cinco sentidos, y el sexto sentido, más importante, que es nuestro cerebro, que nos permite alcanzar la libertad mental para el disfrute.

Elegir una pareja 

El doctor Alejandro Aguirre, sexólogo, apunta estos aspectos del amor en pareja.

–¿Es importante elegir una pareja por deseo y no por necesidad?

–Elegir una pareja va más allá de un deseo. En una pareja ocasional, que se conoce en la playa o un baile, es posible que solo guíe el deseo. Pero elegir una pareja tiene que ver con algo más importante; puede que sea mejor alguien que me acompañe en mi trabajo, en un mundo muy competitivo; una persona con el deseo de superarse, con objetivos claros. No es lo mismo una pareja de baile que una para toda la vida.

–¿Qué ocurre cuando uno es dominante?

–Ahí ya no hay pareja. al existir dominación y sumisión, de hecho antes de los 60 así funcionaban las parejas: las mujeres debían ser devotas, fieles y sumisas. Por mandato, debían tener sexo con el marido. No existe una pareja así en la actualidad; el mundo cambia, y las mujeres reclaman sus derechos. 

mirtha@abc.com.py

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