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En el momento del parto la mujer pierde una cantidad de sangre (se considera normal hasta 500ml) lo que puede causar que quede anémica en caso de que la pérdida de sangre sea mayor, por lo que se recomienda seguir administrándole hierro para restablecer el volumen normal. Asimismo pierde nutrientes durante el embarazo y la lactancia, por lo que se debe seguir con los complejos vitamínicos.
Algunos cambios físicos que ocurren
Relajación del piso pélvico: ocurre luego del parto vaginal cuando el bebé es muy grande, más de 4 kilos. Para revertirlo es importante que la mamá haga ejercicios sencillos como contraer y soltar la vejiga y el recto cada vez que vaya al baño.
Incontinencia urinaria: se presenta con frecuencia en aquellas mujeres que han tenido varios partos vaginales y a veces, después de una cesárea. Sucede porque la vejiga desciende y tiene alteraciones de sus ángulos. Si sucede hay que consultar al médico.
Expansión de los órganos sexuales: en el parto vaginal los tejidos se distienden y esto le resta placer a las relaciones sexuales.
Flacidez de la pared anterior del abdomen: los músculos se relajan y se atrofian o, en ocasiones se abren y separan de la línea media del abdomen. Para prevenirlo, ejercítese durante el embarazo con la asesoría de especialistas en esta materia.
Cuando la piel no se contrae como debe, queda un remanente que cuelga del abdomen, después del parto, lo que muchas pacientes llaman “delantal”. Para evitarlo, es clave el ejercicio durante el embarazo y después del parto. En el posparto, puede iniciar una rutina de bajo impacto y con el paso de los días, incrementar su frecuencia hasta recuperar la forma deseada.
Estreñimiento: la digestión y, por tanto, la evacuación son mucho más lentas durante el embarazo. La situación empeora si se requieren suplementos de hierro y calcio. Consuma mucha fibra y bastante líquido.
Dolor lumbar: la espalda se ve afectada por el aumento de peso a nivel de la pelvis y el abdomen. Los abdominales fortalecen la tonicidad de la parte lumbar y, de paso, la ayudarán a devolverle la forma del abdomen.
Cambios en la piel: semanas después del nacimiento del bebé desaparece el color oscuro en el abdomen, las axilas y la entrepierna. Todo vuelve a la normalidad.
La trombosis venosa profunda o TVP: es un coágulo sanguíneo que se forma en una vena profunda en el cuerpo y suele ocurrir en las piernas o los muslos. Si la vena se inflama, esta condición se llama tromboflebitis. Una TVP puede desprenderse y causar un problema serio en los pulmones conocido como embolia pulmonar, un infarto o un derrame.
Permanecer sentada o acostada durante mucho tiempo puede aumentar sus probabilidades de tener un TVP. Los síntomas comunes son calor y dolor por encima de la vena. Dolor o inflamación en la parte del cuerpo afectada, enrojecimiento de la piel. La mujer corre más riesgo de tener este problema después de una cesárea. Para evitarlo, procure caminar y estar en movimiento.