Un problema frecuente después de los 40

Muchas mujeres de 40 y 50 años sufren de prolapso, pero no todas tienen síntomas serios. El Dr. Miguel Ruoti Cosp, ginecoobstetra, indica que a menudo con una buena atención del parto puede evitarse.

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- ¿Qué es el prolapso genital?

- El prolapso genital es el descenso o caída de los órganos genitales internos femeninos hacia la vagina que incluso en algunas ocasiones pueden exteriorizarse por la vulva. El órgano prolapsado muchas veces es el útero, por lo que se lo conoce también como "útero caído".

- ¿Es frecuente ?

- Cuando analizamos solo los prolapsos que requieren de cirugía como tratamiento ocupan aproximadamente el 30% de las indicaciones quirúrgicas sin discriminar la edad de las pacientes, o sea tres de cada diez cirugías ginecológicas serán por este motivo.

En las mujeres mayores de 70 años, esta cifra asciende al 50% de las cirugías ginecológicas, cinco de cada diez.

- Por lo tanto, la edad de la mujer es importante.

- Efectivamente, en el grupo de mujeres que se encuentran en la menopausia se produce por una debilidad marcada de los tejidos de la pelvis que son los responsables de mantener fijos el aparato genital.

En esto juegan un rol muy importante los estrógenos (hormonas femeninas) para que los tejidos sean fuertes.

Pero como en esta etapa de la vida están muy bajos, los tejidos se debilitan y los órganos genitales pueden caer produciéndose el prolapso.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres que presentan prolapsos tienen entre 40 y 50 años y son otros los motivos que favorecen su aparición.

- ¿Qué otros motivos?

- El parto vaginal es la causa más frecuente, tanto por los desgarros que en ocasiones pueden presentarse o bien por la distensión que sufren los músculos de la pelvis en el momento de la salida del bebé del vientre materno.

Este alargamiento de los músculos muchas veces produce alteraciones de sus fibras nerviosas por lo que pierden las propiedades de contraerse, quedando en un estado de relajación y con ello no son capaces de sostener al aparato genital.

El uso del forceps o de ventosas para ayudar al parto también puede ocasionar este tipo de lesiones. Evidentemente que a mayor número de partos vaginales las posibilidades también serán mayores.

Debemos considerar además el aumento excesivo y constante de la presión del abdomen, como sucede en las mujeres que realizan trabajos físicos muy pesados, en el estreñimiento por la fuerza que deben realizar en el momento de defecar, o la presencia de enfermedades respiratorias crónicas que producen tos persistente.

Pero en algunas situaciones, como en mujeres sin hijos y en las que no existe ninguno de estos factores, también pueden padecerlo, atribuyendo este hecho a una predisposición constitucional.

- ¿Cuáles son los síntomas?

- Frecuentemente la mujer se percata de la presencia de un bulto que le asoma por la vulva, especialmente cuando realiza esfuerzos o bien de una sensación de cuerpo extraño en la vagina y esto es lo que la lleva a la consulta con el ginecólogo.

En otras ocasiones, pero con menor frecuencia, pueden manifestar pérdida involuntaria de orina relacionada al esfuerzo (como la tos), dolor en bajo vientre, pequeñas pérdidas de sangre entre las menstruaciones, lo que nos obliga a descartar otros problemas ginecológicos fundamentalmente relacionada al cáncer de cuello uterino o el cáncer de endometrio.

Tratamientos

Debemos considerar algunas circunstancias para elegir el mejor tratamiento, como ser tanto los órganos involucrados como su grado de descenso, el deseo de nuevos embarazos y de relaciones sexuales.

De todos modos, generalmente requieren de cirugía, desde la extirpación del útero, la reubicación de los órganos afectados o bien literalmente el cierre definitivo de la vulva, para lo cual el ginecólogo dispone de varias técnicas de cirugía y decidirá de acuerdo al caso en particular.

En líneas generales, idealmente deben ser corregidos cuando ocasionan molestias importantes que incomodan a la mujer.

Otras alternativas especialmente cuando son prolapsos pequeños o de primer grado es la realización de ejercicios que permitan fortalecer los tejidos de la pelvis de manera a evitar que con el tiempo desciendan más y agrave el cuadro; sin embargo, los resultados no son muy alentadores.

A esto se debe también agregar un tratamiento hormonal de acción preferente a nivel vulvar y vaginal, que va a permitir fortalecer la musculatura de esa región y mejorar el proceso de cicatrización.

- ¿Después de la cirugía pueden volver aparecer?

- Uno de los aspectos que debemos enfatizar a la mujer que va a ser sometida a una intervención quirúrgica de un prolapso es la posibilidad de que con el tiempo el prolapso vuelva a aparecer.

Este hecho puede ocurrir entre el 20 al 40% (dos a cuatro de cada diez) de las pacientes que son sometidas a cirugía, lo que fundamentalmente dependerá de la experiencia del ginecólogo, de la calidad de los tejidos de la mujer así como del grado de descenso que tenía al momento de la cirugía.

- ¿Cómo se puede evitar la aparición de los prolapsos?

- La primera medida a tener en cuenta es por parte de los ginecólogos, con una buena atención del parto y por otra, medidas que permitan corregir los factores que podrían causar su aparición, como el tratamiento de enfermedades respiratorias que llevan a una tos persistente, corrección del estreñimiento o evitar las actividades físicas pesadas, así como una consulta especializada precoz para evitar su avance.
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