Cargando...
La doctora Gabriela Martínez, dermatóloga, señala que “con el descenso de la temperatura la piel presenta una tendencia a secarse y perder luminosidad, por lo que es durante los meses de otoño e invierno cuando debemos extremar sus cuidados. ¿Y cómo hacerlo? Con hidratación, tanto por dentro como fuera. No olvides tomar al menos dos litros de agua diariamente y aplicar cremas nutritivas, una a dos veces al día. Podés buscar cremas que contengan sustancias como urea, lactato, manteca de karité y aceite de jojoba, que aportan un extra de nutrición”, asegura.
Otra tarea no menos importante es eliminar las células muertas, ya que “luego del verano nuestra piel presenta ciertas alteraciones debido a la exposición solar, viento y hasta agua del mar. Una buena exfoliación permite la eliminación de células muertas con lo que recuperamos la luminosidad de la piel y permitimos una mayor penetración de cremas. En esta estación del año es preferible utilizar exfoliantes con granos finos para no lesionar la piel”.
Caspa en cuero cabelludo y rostro
Ciertas personas experimentan una molesta aparición de una especie de caspa y escamas en la cara. La doctora Rocío Marecos, dermatóloga, refiere que su nombre científico es “dermatitis seborreica o también llamada eczema seborreico, una afección cutánea muy frecuente en otoño e invierno, que se caracteriza clínicamente por la aparición de pequeñas zonas de piel enrojecida e inflamada, cubierta por escamas untuosas y pegajosas. Aparece en zonas con gran número de glándulas sebáceas como: el cuero cabelludo, rostro (a los lados de la nariz, surcos de la boca, cejas y entrecejo), escote y parte alta del dorso. Esta inflamación de las capas superficiales de la piel puede generar picazón, e incluso sensación de quemazón”.
Cuando aparece en el cuero cabelludo del adulto recibe el nombre de “caspa o pitiriasis capitis, describe la dermatóloga.
La doctora Marecos apunta que “si bien su causa aún no es clara, se ha comprobado su carácter hereditario. Se conoce su relación con la irritación causada por un hongo llamado malassezia, que coloniza en zonas cutáneas muy grasas”.
La alimentación un poderoso aliado
La doctora Martínez opina que la alimentación es crucial en la apariencia de la piel. “Se recomienda llevar una dieta con legumbres, frutas, vegetales, frutos secos, sin olvidar la importancia de las proteínas en todo el proceso del antienvejecimento”.
Por otro lado, los denominados suplementos como “vitamina C, resveratrol y colágeno son recomendados a partir de los 25 años y más, en personas que realizan deportes o son fumadoras”, destaca la doctora Martínez.
Factores que precipitan la afección
La doctora Marecos dice que la dermatitis seborreica en el rostro “puede incrementarse debido a otros factores, como estrés físico o emocional, cambios hormonales, dieta deficiente o ingestión de alcohol, fatiga, climas extremos, uso infrecuente de champú, limpieza deficiente de la piel y hasta la obesidad”.
Además, “pueden asociarse a dermatitis seborreica procesos neurológicos, entre los que destacan la enfermedad de Parkinson, los traumatismos craneoencefálicos y los accidentes cerebrovasculares. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) también ha sido relacionado con un aumento de casos de dermatitis seborreica”, explica.
La mejor medida para reducir la gravedad de la afección “es controlar los factores precipitantes prestando una atención minuciosa al cuidado e higiene del cuero cabelludo y la piel”.
La dermatitis seborreica es un proceso crónico que puede manejarse correctamente con el tratamiento adecuado, nos recuerda la dermatóloga.
“A menudo presenta exacerbaciones entre extensos periodos de inactividad. Si sospecha que presenta síntomas de dermatitis seborreica acuda a un dermatólogo”, aconseja.
Rostro y cuero cabelludo se benefician con la higiene, pero al utilizar jabones inadecuados, por ejemplo, el efecto es contrario a lo que buscamos. El frío y el viento no son nuestros amigos cuando queremos lograr una piel bella en el rostro, y mucho menos el tabaco.
Fotos: Virgilio Vera.