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El Dr. Tomás Mateo Balmelli, infectólogo pediatra, indica que “la tos convulsa es una enfermedad reermegente, causada por una bacteria llamada Bordetella pertussis, se presenta tanto en adultos como en niños”.
“Por lo general, los adultos son los portadores de la bacteria que luego es transmitida a los niños. Por ello es tan importante la responsabilidad de la inmunización de los adultos aplicando la vacuna contra esta bacteria y que existe en nuestro país, de esa manera se evitaría la reermegencia de esta enfermedad. Los grupos de mayor riesgo son los recién nacidos, lactantes menores y adultos de la tercera edad”, señala.
Afirma el profesional que “la manifestación clínica tiene como piedra angular una tos compulsiva, que incluso induce al vómito y, por lo general, después de la tos el individuo queda con dificultad para respirar”.
“La tos habitualmente se instala en un período de dos a cuatro semanas y es tan intensa que puede llegar a producir sangrados del sistema nervioso central y de otras áreas de la cabeza y cuello. Son complicaciones severas que puede dejar secuelas irreversibles, e incluso la muerte”, enfatiza.
Recuerda que “hoy en día con el esquema de imunización se aplican seis dosis de la vacuna antes de los 11 años. Con refuerzos, una vez completo el esquema de las seis primeras dosis. Los jóvenes, adolescentes y adultos deben inmunizarse cada 10 años”.
“La vacuna contra la tos convulsa es la Pentavalente, que se aplica a los un mes, cuatro y seis meses de vida, con un cuarto refuerzo a los 18 meses. El quinto refuerzo será antes de entrar a la escuela, es decir, a los cuatro años, y luego entre los 9 y 11 años”, acota.
Agrega el doctor que “habitualmente los brotes se presentan en otoño e inicios del invierno, porque los cuadros respiratorios proliferan en esta época del año por las condiciones climatológicas y el hacinamiento, pues las personas pasan el mayor tiempo encerradas en la casa, y los niños se encuentran en los centros de cuidados como guarderías”.
“Es ideal la profilaxis, es decir, individuos que tuvieron contacto con personas con tos convulsa deben tomar un antibiótico por tiempo determinado para evitar la enfermedad, es una opción de contención”, aconseja.
Señala además que “esta enfermedad se contagia al inhalar gotitas que el individuo infectado elimina al hablar, toser o estornudar”.