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La licenciada Norma Espínola, psicóloga clínica y psicoterapeuta de niños, adolescentes y adultos, explica algunas pautas de la experiencia de seleccionar una carrera entre tantas que hoy aparecen en las universidades. La vocación real y el deseo de superación de los chicos deben ser conversados para que este momento no los tome por sorpresa. ¿Tienen idea de lo que quieren estudiar, o están en la nebulosa? Esta y otras preguntas se hacen los padres que miran con preocupación a las nuevas generaciones que, con frecuencia, no saben qué estudiar en el nivel terciario.
–¿Cómo se hace un test vocacional?
–La psicología, como ciencia que estudia la conducta humana, cuenta con herramientas que permiten la evaluación de aspectos importantes de cada persona, reconociendo las fortalezas y debilidades del individuo, sus intereses, fuentes de motivación y metas acordes a sus necesidades individuales.
La evaluación psicológica realizada mediante el uso de tests entre otras técnicas, posibilita establecer un diagnóstico integral y profundo de la persona, a partir de la observación y análisis de ciertas características desconocidas de la misma.
–¿Qué seguridad puede dar el resultado?
–Los psicólogos que utilizan técnicas de evaluación conocen la fiabilidad, y la validez, los resultados, aplicaciones adecuadas y usos de las técnicas que manejan. El límite es la sinceridad de la persona con que ha efectuado el test.
–¿Qué se puede hacer si el adolescente de 17 años y más que va a ir al último año de colegio todavía salta de una profesión a otra?
–Entre los 15 y 18 años, los jóvenes aún se encuentran atravesando la etapa evolutiva caracterizada por la dispersión de intereses, por lo que pueden mostrarse inclinados hacia una gran variedad de carreras que incluso pueden ser opuestas a los ojos de los padres u otros adultos. Esta situación agranda la tensión y el temor en los progenitores ya que ahora, además de encontrarse expectantes por el futuro de sus hijos, los perciben indecisos o poco maduros, y en situaciones extremas les hacen dudar de su propio trabajo como padres y manifestar limitada claridad para desenvolverse con ellos en este tema.
Se deben revisar las materias en las cuales se ha destacado durante toda la etapa escolar, aunque para esto deben existir profesores que puedan motivar estas inquietudes. Evaluar también sus aspectos personales, las habilidades con las que cuenta, en qué se desempeña mejor, qué actividad le gusta hacer y disfrutar fuera del contexto escolar.
–¿Cómo deben actuar los padres?
–Los padres deben acompañar y apoyar a los hijos ante las decisiones importantes de su vida y, sin duda, su vocación constituye una de ellas, quizás de las mayores, puesto que una buena decisión asegura la satisfacción y seguridad de todo su futuro y su estabilidad.