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Chantal Agüero Wagner se refirió a este tema.La Dra. Agüero indicó que los moretones espontáneos pueden tener diferentes causas, entre ellas la coagulación y los problemas relacionados con las várices, que son los más comunes.
Agrega que las causadas por las venas dilatadas se producen porque se encuentran muy cargadas y tienen pequeñas rupturas de su pared, a nivel interno, por lo cual la pequeña cantidad de sangre perdida produce un hematoma o moretón que puede tener diferentes tamaños, en proporción a este rompimiento.
¿Qué predispone su aparición?
El calor, la posición en pie por largo tiempo, los viajes de larga distancia, el uso de anticonceptivos, entre otros factores desencadenan la aparición de dichos moretones. El periodo menstrual ejerce una predisposición a los hematomas, al igual que el embarazo, ya que las venas tienden a tener una dilatación por efecto hormonal que caracteriza a ese periodo en la mujer y este agrandamiento de por sí genera una mayor presión interna y el consecuente hematoma o moretón.
Señales de alarma
El aumento de venas visibles, que a veces se ramifican y agrandan, incluso sobresaliendo el relieve de la piel y produciendo un trayecto serpiginoso, no rectilíneo de las mismas con síntomas como pesadez, dolor e hinchazón de los pies y piernas.
Más graves serían los dolores intensos que se producen de manera unilateral, con hinchazón de esa pierna, muchas veces posterior a un reposo prolongado, ya acompañado de dificultad respiratoria en algunos casos, lo que nos indica la presencia de la temida trombosis venosa con émbolo a nivel pulmonar. Esta última es una de las complicaciones de mayor gravedad en nuestra especialidad.
Otra señal a tener en cuenta es el cambio de la piel, generalmente a nivel del pie, con engrosamiento, pigmentación a los que llamamos trastornos tóficos y que preceden a la aparición de la rebelde úlcera venosa, que es una herida de localización interna en su mayoría con dolor e infección en algunos casos.
Por último no puedo dejar de mencionar a las flebitis, erisipelas, que son inflamación e infección de la piel con problemas circulatorios venosos en su gran mayoría.
Por todos estos factores acudir al especialista flebólogo antes de que estas señales se presenten es un cuidado importante a recordar, y tener en cuenta sobre todo en las pacientes con predisposición hereditaria y con algunos signos o síntomas relacionados con problemas circulatorios venosos.
Consejos prácticos
Una buena circulación se puede lograr cuidando diferentes aspectos, entre ellos:
- El peso adecuado, ya que el sobrepeso provoca mayor presión en las piernas.
- El uso de medias de compresión gradual ayuda a que mejore el retorno venoso de abajo hacia arriba por compresión externa y con eso aumenta el flujo venoso al corazón.
- La actividad física por contracción muscular ayuda a que este haga un efecto de bomba propulsora de la sangre. Son beneficiosos los ejercicios aeróbicos, sin mucho peso y sin mucho salto. Ejemplo de ellos son la bicicleta, caminata, pilates, natación, entre otros.
- Evitar la vida sedentaria, ya que como mencionamos en el punto anterior, las piernas quietas en posición de pie o sentada o colgadas en tiempo prolongado dificulta la circulación de retorno, causando estancamiento de la misma.
- El uso de anticonceptivos orales y hormonas en general puede ser negativo por el efecto paralelo que producen sobre las venas, por lo cual se debe limitar su uso en personas con predisposición a las várices.
- La vestimenta y el calzado también se deben tener en cuenta, ya que la compresión local que ejercen algunas prendas puede tener un efecto de liga que evita el paso normal de la sangre; además, el calzado no debe tener un taco muy alto o sin él, ya que evitan el adecuado movimiento muscular de la pantorrilla, que ayuda al retorno venoso.
Agrega que las causadas por las venas dilatadas se producen porque se encuentran muy cargadas y tienen pequeñas rupturas de su pared, a nivel interno, por lo cual la pequeña cantidad de sangre perdida produce un hematoma o moretón que puede tener diferentes tamaños, en proporción a este rompimiento.
¿Qué predispone su aparición?
El calor, la posición en pie por largo tiempo, los viajes de larga distancia, el uso de anticonceptivos, entre otros factores desencadenan la aparición de dichos moretones. El periodo menstrual ejerce una predisposición a los hematomas, al igual que el embarazo, ya que las venas tienden a tener una dilatación por efecto hormonal que caracteriza a ese periodo en la mujer y este agrandamiento de por sí genera una mayor presión interna y el consecuente hematoma o moretón.
Señales de alarma
El aumento de venas visibles, que a veces se ramifican y agrandan, incluso sobresaliendo el relieve de la piel y produciendo un trayecto serpiginoso, no rectilíneo de las mismas con síntomas como pesadez, dolor e hinchazón de los pies y piernas.
Más graves serían los dolores intensos que se producen de manera unilateral, con hinchazón de esa pierna, muchas veces posterior a un reposo prolongado, ya acompañado de dificultad respiratoria en algunos casos, lo que nos indica la presencia de la temida trombosis venosa con émbolo a nivel pulmonar. Esta última es una de las complicaciones de mayor gravedad en nuestra especialidad.
Otra señal a tener en cuenta es el cambio de la piel, generalmente a nivel del pie, con engrosamiento, pigmentación a los que llamamos trastornos tóficos y que preceden a la aparición de la rebelde úlcera venosa, que es una herida de localización interna en su mayoría con dolor e infección en algunos casos.
Por último no puedo dejar de mencionar a las flebitis, erisipelas, que son inflamación e infección de la piel con problemas circulatorios venosos en su gran mayoría.
Por todos estos factores acudir al especialista flebólogo antes de que estas señales se presenten es un cuidado importante a recordar, y tener en cuenta sobre todo en las pacientes con predisposición hereditaria y con algunos signos o síntomas relacionados con problemas circulatorios venosos.
Consejos prácticos
Una buena circulación se puede lograr cuidando diferentes aspectos, entre ellos:
- El peso adecuado, ya que el sobrepeso provoca mayor presión en las piernas.
- El uso de medias de compresión gradual ayuda a que mejore el retorno venoso de abajo hacia arriba por compresión externa y con eso aumenta el flujo venoso al corazón.
- La actividad física por contracción muscular ayuda a que este haga un efecto de bomba propulsora de la sangre. Son beneficiosos los ejercicios aeróbicos, sin mucho peso y sin mucho salto. Ejemplo de ellos son la bicicleta, caminata, pilates, natación, entre otros.
- Evitar la vida sedentaria, ya que como mencionamos en el punto anterior, las piernas quietas en posición de pie o sentada o colgadas en tiempo prolongado dificulta la circulación de retorno, causando estancamiento de la misma.
- El uso de anticonceptivos orales y hormonas en general puede ser negativo por el efecto paralelo que producen sobre las venas, por lo cual se debe limitar su uso en personas con predisposición a las várices.
- La vestimenta y el calzado también se deben tener en cuenta, ya que la compresión local que ejercen algunas prendas puede tener un efecto de liga que evita el paso normal de la sangre; además, el calzado no debe tener un taco muy alto o sin él, ya que evitan el adecuado movimiento muscular de la pantorrilla, que ayuda al retorno venoso.