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La magíster Miriam Silberstein, presidenta del Círculo de Psicopedagogos del Paraguay, refiere algunas estrategias para ayudar a realizar tareas en clase y en la casa.
–¿Cómo ayudar a los niños que nunca terminan sus tareas?
–Los padres deben establecer normas claras y verificar que se cumplan, a fin de desarrollar en sus hijos el hábito de realizarlas. Establecer un horario fijo para la tarea y otro para el juego, etc. Al llegar de la escuela deben tener su tiempo libre, pero evitar que el horario de las tareas sea nocturno por la falta de energía para llevarlas a cabo.
Proveer un ambiente tranquilo, bien ventilado, iluminado y sin ruidos (música, televisor, etc.) para lograr una buena concentración en la tarea. Controlar que los niños tengan a mano todos los materiales necesarios para evitar que se levanten a cada momento y se distraigan.
Supervisión de los padres, ya que pueden necesitar alguna aclaración para comenzar la tarea, y controlar su finalización. Reconocimiento de los logros para fomentar la motivación intrínseca, dar un incentivo al logro y no sobornar para que realicen las tareas.
Hablar con los maestros a fin de conocer el proceso escolar de los hijos, las tareas son una oportunidad para aprender y cultivar en ellos el gusto por el estudio, y para los padres de participar en la enseñanza de los hijos.
–¿Qué consejos les daría a los padres para mejorar la rapidez psicomotriz en la escritura?
–El desarrollo de esta habilidad atraviesa tres etapas: preparatoria en los dos años de educación inicial para lograr el control grafomotor para la posterior escritura. Caligráfica centrada en la escritura de grafismos de letras y su secuenciación y el perfeccionamiento, una vez consolidado el aprendizaje, se lo personaliza y se le da el propio estilo.
La grafomotricidad requiere el desarrollo suficiente de la motricidad fina. Por lo tanto, les aconsejaría consultar con una psicopedagoga a fin de evaluar y diagnosticar la causa de dicha lentitud.
–¿Qué indica la lentitud?
–La lentitud para realizar la escritura puede indicarnos una disgrafía motriz, el niño comprende la relación entre los sonidos escuchados, que los pronuncia perfectamente, y la representación gráfica de estos sonidos; pero encuentra dificultades en la escritura como consecuencia de una motricidad deficiente. Los movimientos para escribir son lentos y tensos, rígidos. Esto hace que además de escribir más despacio de lo que corresponde a su edad o nivel escolar, estos niños se cansan pronto de escribir. Se debe realizar un diagnóstico oportuno para el abordaje de las dificultades.
–¿Sirve conversar, practicar y presionar cada día?, ¿no le cansaremos a este rey de la casa?
–No consiste en que el niño escriba mucho, sino en que venza las dificultades que le impiden una escritura adecuada. El niño tiene una actitud negativa hacia la escritura y, en ocasiones, un auténtico rechazo hacia la misma; por ello, se proponen actividades amenas y algunas de aspecto lúdico. Todo ayuda a recuperar la coordinación global y manual y la adquisición del esquema corporal. Rehabilitar la percepción y la atención gráfica, mejorar la fluidez al escribir, corregir la postura del cuerpo, de los dedos, mano y brazo, y cuidar la posición del papel.
mirtha@abc.com.py