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"Estamos empezando a trabajar en una red de personas capacitadas en recuperación capilar", nos dice Alguibay.
"Lo bueno es que estamos instruyendo al personal para que pueda darle el cómo y por qué a cada persona que padece el problema, ya que la gente viene con mucho resquemor cuando viene por haber probado tantas cosas sin resultados positivos".
Es tanto para varones como para mujeres, hoy la mujer ocupa el 40% del mercado en la recuperación capilar. Lo más interesante de todo esto es que si lo adoptamos como una higiene profunda mejora la fibra capilar en su estructura también y en su belleza. Si se quiere se puede adoptar como una prevención.
-¿Cuál es el tratamiento que ustedes proponen?
-La idea histórica de la gente es que el pelo se cae por falta de irrigación sanguínea. Nosotros tenemos ahora cómo demostrar que no. Que en realidad se cae por asfixia, y el tratamiento es en forma externa: quitamos ese taponamiento para mantener un equilibrio funcional del bulbo piloso. Lo hacemos con productos específicos para que no dañen al pelo ni a la piel y que tampoco fuercen a la glándula a fabricar más lípidos. Removemos toda esa grasa, quitamos todo ese sedimento acumulado en el cuero cabelludo que también trae caspa, mal olor y otras cosas. Le inducimos oxígeno con equipos especiales. Le damos unas proteínas necesarias para ayudar a las que vienen por sangre ya naturalmente y al mantener este equilibrio el cabello se empieza a generar normalmente. Porque el que lo genera es el organismo en realidad.
El tratamiento se complementa: Trabajamos con unas lociones que son de estricto uso profesional por eso es que los técnicos están capacitados arduamente para esto. Es en gabinete dentro de los salones y después hay productos soportes que la persona a tratar los usa en la casa. Es el reemplazo del champú tradicional que él usa o de la hidratante que él usa. Lo que sí se puede adosar es una proteína.
Nosotros trabajamos en la remoción, hay un cepillo especial de una fibra no porosa que acompaña a la disolución del campo graso en el cuero cabelludo. Se hace una higiene profunda del cuero cabelludo.
Después se aplica un aparato que se llama alta frecuencia, que libera un gas ozonizado que es un antimicótico y fungicida y es un vasodilatador periférico. A su vez sabemos que el ozono son dos moléculas de oxígeno por lo tanto ese gas también oxigena la raíz.
Luego que tenemos el campo bien limpio y abierto le aportamos antimicóticos para desinfectar la zona las primeras veces pero después ya aportamos las proteínas que son necesarias para el capilar y una de las peculiaridades de nuestras proteínas es que son nanosferas -microesferas plásticas biodegradables- que se depositan en la piel y contienen en su interior los activos de leche de cabra. ¿Qué hace esto? permite que no se evaporen en dos horas las proteínas sino que su actividad sea un ciclo de 8 horas, tenemos mucho más tiempo sobre la piel dentro del bulbo piloso. A nivel recuperación se mantiene semanalmente. "Los resultados son casi inmediatos y hasta el año se siguen viendo".
"Lo bueno es que estamos instruyendo al personal para que pueda darle el cómo y por qué a cada persona que padece el problema, ya que la gente viene con mucho resquemor cuando viene por haber probado tantas cosas sin resultados positivos".
Es tanto para varones como para mujeres, hoy la mujer ocupa el 40% del mercado en la recuperación capilar. Lo más interesante de todo esto es que si lo adoptamos como una higiene profunda mejora la fibra capilar en su estructura también y en su belleza. Si se quiere se puede adoptar como una prevención.
-¿Cuál es el tratamiento que ustedes proponen?
-La idea histórica de la gente es que el pelo se cae por falta de irrigación sanguínea. Nosotros tenemos ahora cómo demostrar que no. Que en realidad se cae por asfixia, y el tratamiento es en forma externa: quitamos ese taponamiento para mantener un equilibrio funcional del bulbo piloso. Lo hacemos con productos específicos para que no dañen al pelo ni a la piel y que tampoco fuercen a la glándula a fabricar más lípidos. Removemos toda esa grasa, quitamos todo ese sedimento acumulado en el cuero cabelludo que también trae caspa, mal olor y otras cosas. Le inducimos oxígeno con equipos especiales. Le damos unas proteínas necesarias para ayudar a las que vienen por sangre ya naturalmente y al mantener este equilibrio el cabello se empieza a generar normalmente. Porque el que lo genera es el organismo en realidad.
El tratamiento se complementa: Trabajamos con unas lociones que son de estricto uso profesional por eso es que los técnicos están capacitados arduamente para esto. Es en gabinete dentro de los salones y después hay productos soportes que la persona a tratar los usa en la casa. Es el reemplazo del champú tradicional que él usa o de la hidratante que él usa. Lo que sí se puede adosar es una proteína.
Nosotros trabajamos en la remoción, hay un cepillo especial de una fibra no porosa que acompaña a la disolución del campo graso en el cuero cabelludo. Se hace una higiene profunda del cuero cabelludo.
Después se aplica un aparato que se llama alta frecuencia, que libera un gas ozonizado que es un antimicótico y fungicida y es un vasodilatador periférico. A su vez sabemos que el ozono son dos moléculas de oxígeno por lo tanto ese gas también oxigena la raíz.
Luego que tenemos el campo bien limpio y abierto le aportamos antimicóticos para desinfectar la zona las primeras veces pero después ya aportamos las proteínas que son necesarias para el capilar y una de las peculiaridades de nuestras proteínas es que son nanosferas -microesferas plásticas biodegradables- que se depositan en la piel y contienen en su interior los activos de leche de cabra. ¿Qué hace esto? permite que no se evaporen en dos horas las proteínas sino que su actividad sea un ciclo de 8 horas, tenemos mucho más tiempo sobre la piel dentro del bulbo piloso. A nivel recuperación se mantiene semanalmente. "Los resultados son casi inmediatos y hasta el año se siguen viendo".