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Si bien el cambio vital que supone conlleva una parte de estrés y una parte de duelo, ante los numerosos cambios y adaptaciones que comporta, cuando estos de prolongan en el tiempo y son múltiples e intensos, pueden llevar a ciertas personas al desequilibrio psíquico. Entendemos por estrés el desequilibrio entre la capacidad de adaptación del sujeto a la demanda del medio y entendemos por duelo el proceso de reestructuración de la personalidad que tiene lugar cuando se pierde algo querido y valorado por la persona. Estrés o duelo pueden aparecer en los inmigrantes acompañado de un cuadro depresivo.
Los síntomas del síndrome de Ulises son los trastornos afectivos, la ansiedad, los síntomas psicosomáticos y los síntomas disociativos. Los síntomas propios del trastorno afectivo son: la tristeza que es el síntoma primordial de una situación de duelo y de los trastornos depresivos. Los duelos suelen agruparse en siete áreas: la familia, los amigos, el idioma, la cultura, el país, el estatus social y el contacto con el grupo nacional. De estos duelos hemos señalado como los más importantes los duelos por la familia y el estatus social. Otros síntomas son el llanto fácil, las ideas de culpa, ideas de muerte, falta de interés por las tareas habituales y pérdida de interés sexual.
Los síntomas del área de la ansiedad están ligados a la lucha por conseguir un objetivo, por el éxito o bien al miedo por los peligros, discriminaciones, etc. Preocupaciones excesivas o recurrentes, irritabilidad o alteraciones del sueño.
Entre los síntomas psicosomáticos se destacan las cefaleas, fatigas, dolores del tipo osteoarticular, molestias digestivas, dolor torácico, de pecho, espalda, sudoraciones excesivas de manos y axilas. En cuanto al área disociativa aparecen las confusiones temporo-espacial, y el trastorno de identidad. En nuestro país también se observa el exilio económico. Hace unos años se ha notado una migración selectiva de compatriotas de la ciudad de Caraguatay a los Estados Unidos. En nuestro consultorio hemos visto un primer caso del síndrome del inmigrante en una joven de 29 años, con síntomas de miedo, verborrea, desconfianza e insomnio. Esta joven volvía de España, a ella le engañaron, tenía que ir a trabajar como mucama, pero la llevaron a una casa de prostitución.
Otro paciente de 60 años, al poco tiempo de llegar a España empezó a enfermarse y los familiares tuvieron que recurrir a medios a su alcance para traerlo de nuevo a nuestro país. Llegó al consultorio con síntomas de pérdida de peso, insomnio, desgano, tristeza, inapetencia y llanto fácil. En síntesis, el síndrome de Ulises es una entidad nosológica (clasificación) nueva, bien estudiada por psiquiatras españoles, de etiología socioeconómica.