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La licenciada Sonia Espínola, psicóloga, afirma que el síndrome de Asperger es una “compleja discapacidad del desarrollo, marcada por impedimentos en la socialización, comunicación, cognición y sensación del niño”.
Describe que, “al igual que el autismo clásico, el síndrome de Asperger es un trastorno neurológico que afecta la capacidad de una persona de comunicarse y relacionarse con los demás. Dura toda la vida y conlleva problemas de conducta considerables y a largo plazo”.
Refiere la especialista que “los niños con síndrome de Asperger no acostumbran a tener muchas estereotipias, pero si las hay es importante tener en cuenta cuánto le perjudican social y académicamente para tomar la decisión de intentar espaciarlas o iniciar estrategias que puedan erradicarlas”.
La licenciada dice que “es posible que cuando desaparezca un movimiento repetitivo sea sustituido por otro, al que habrá que dar el mismo tratamiento. Tenemos que valorar como positiva la flexibilidad y capacidad del niño para esta sustitución”.
Recomienda llevar “un registro de los movimientos repetitivos, en el caso de que sean frecuentes, para observar los posibles cambios y confrontarlos con los de los padres, por si en casa aparecen o no en condiciones similares. Se pueden planear estrategias para suprimirlos, si se considera necesario, teniendo en cuenta que en algunos momentos el movimiento repetitivo le ayuda a calmar su ansiedad y necesita llevarlos a cabo”.
Respecto a la fatiga que experimenta: “si se observa ansiedad o cansancio exagerado, es mejor respetar unos momentos de aislamiento o darle la posibilidad de estar a solas con el profesor, para evitar que el acúmulo del malestar interno desemboque en una conducta disruptiva. Hay que ser conscientes de que este chico trabaja a un ritmo más lento y por ello debería contar con más tiempo para realizar sus tareas y exámenes”, agrega.
“Como ayuda instrumental son útiles el uso de apuntes preparados, exámenes tipo test, facilitar materiales de fácil manipulación o moldeárselos previamente”.
Aspecto de motricidad
El síndrome de Asperger puede afectar al cerebro y su control sobre las habilidades motoras. He aquí algunos ejemplos.
-Existe retraso en las adquisiciones motrices y de la marcha autónoma.
-Puede alterarse el aspecto motriz al correr y saltar. Presenta dificultades para atrapar la pelota, incluso si se le lanza a corta distancia.
-La manipulación fina presenta dificultades para la presión del trazo y sujetar el lápiz o al cortar con tijera.
-Dificultades de coordinación, problemas para seguir el ritmo y pedalear.
-Aparecen movimientos anómalos en situación de nerviosismo o estrés, de ojos o manos, muecas y saltos.
-Tiene poca fuerza en las manos, le cuesta moldear la plastilina o abrir un tapón de rosca.
darzamendia@abc.com.py