Si no se practica, se olvida

En los meses de vacaciones es importante no cortar el proceso de aprendizaje. Más aún cuando se trata de la etapa inicial (jardín y preescolar) ya que "todo lo que no se practica se olvida". Unos 30 minutos a una hora diaria, o día de por medio se realizarán ejercicios de motricidad fina (pelotitas de papel, de plastilina o maselina, rasgado, enhebrado, etc.) juegos con títeres, contar cuentos (lectura funcional de las imágenes de los cuentos) para observar su proceso de interpretación y el referente comprensivo del niño.

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En niños que están en el primer ciclo de la EEB (Educación Escolar Básica), las prácticas deben ser de una hora todos los días o días alternados, ya que el objetivo es la evolución de la motricidad fina: fortaleza de la escritura, lectura y cálculo. En esta etapa es importante afianzar el ritmo del proceso de aprendizaje, muchas veces no van de la mano, el proceso comprensivo verbal y el escrito, es decir, la manito dura (aprehensión y presión del lápiz) y el lenguaje verbal ligero y seguro. Pero la realidad de nuestro sistema escolar es que las evaluaciones se dan por escrito, salvo adecuaciones curriculares específicas, por eso a veces decimos: "si este niño rinde oralmente pasa de grado", y nuestra realidad no es esa.
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