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El Dr. Francisco Franco, ginecólogo (*), indica que “actualmente el inicio de las relaciones sexuales es cada vez más precoz entre los adolescentes, siendo el promedio entre los 14 y 16 años.
En esta etapa de la vida los adolescentes aún no han llegado a la madurez psicológica, ni física, la cual se produce recién entre los 18 y 20 años. Por lo tanto, el adolescente aún no podrá dimensionar los riesgos y la responsabilidad que esto representa para su futuro”.
En cuanto a los casos de jóvenes, el médico asegura que la sexualidad en nuestro país es aún un tema tabú. El papel que corresponde a los padres es de vital importancia. Son ellos quienes deberán orientar a sus hijos en esta etapa de la vida conversando acerca de este tema con la mayor naturalidad posible, explicando las consecuencias que podría ocasionar el inicio precoz de las relaciones sexuales, como por ejemplo, la adquisición de enfermedades transmisibles, embarazos no deseados, y hasta trastornos psicológicos, refiere el galeno.
Afirma además que “el lado psicoemocional efectivamente se podría ver afectado por el inicio anticipado de las relaciones sexuales, ya que como los adolescentes se encuentran en plena etapa de formación del carácter y la personalidad, esto puede repercutir en su vida futura y en la manera en que se desenvolverán como personas adultas”.
Pero la educación sexual del adolescente no debería corresponder únicamente a los padres, ya que los educadores también se involucrarán en esta tarea. “Mediante programas orientados al conocimiento de los órganos concernientes a las funciones sexuales, así como a las enfermedades relacionadas con los mismos. La enseñanza debería llevarse a cabo en los niveles escolares básicos y mayormente en los niveles de enseñanza media”, recomienda el profesional.
Madurez psicológica
-El Dr. Franco aconseja postergar el inicio de las relaciones sexuales hasta alcanzar la madurez psicológica y física.
-En caso de no ser posible la recomendación anterior, incentivar el uso de métodos que eviten la transmisión de enfermedades, como el uso de preservativos.
-Evitar embarazos no deseados utilizando algún método de planificación familiar, el cual se encuentra disponible en los servicios de salud pública.
-Tener una pareja estable y confiable, evitando la promiscuidad.
-Una vez iniciada la etapa sexual, realizar los controles médicos periódicos.
(*) Del Hospital de Clínicas y San Pablo.